Se entiende como genocidio cualquier acto realizado con la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, racial, político, religioso o la matanza de sus miembros.
En opinión del periodista Roberto Carlo Olivares, “el genocidio empezó en Venezuela siendo políticamente selectivo, pero hoy en día se comete a escala nacional en contra de toda la población”.
Para Olivares el genocidio suele ser llevado a cabo por un gobierno a cargo del poder del Estado, y se considera como un delito internacional juzgado por tribunales competentes en la materia; tal como está ocurriendo actualmente en Venezuela donde se realiza en contra de toda la población, incluyendo los propios seguidores y fanáticos extremistas del proceso revolucionario chavista-madurista.
En nuestro país miles de ciudadanos han fallecido en los últimos años por falta de medicamentos, alimentos y seguridad social, a diferencia del llamado genocidio nazi de Adolfo Hitler quien asesinó a más de seis millones de judíos, ahorcándolos, ajusticiándolos, golpes, hambre extrema y asfixia con gases venenosos, entre otros métodos.
En Camboya, durante los años 1.975 y 1.979, cerca de dos millones de personas fueron masivamente asesinadas, mientras en Ruanda ejecutaron un millón en el año 1.994. En la década de los 80 en Guatemala otros 200.000 ciudadanos fueron asesinados y en Venezuela, desde el arribo al poder del presidente Chávez, se aplica un tipo de genocidio que afecta a todos por igual, sin distingo de raza, religión o afinidad política.
Es un genocidio sistemático donde también se producen suicidios a diario, sobre todo madres quienes no encuentran la manera de alimentar a sus hijos.
¿Será por esto que Maduro rechaza la ayuda humanitaria de medicinas y alimentos o por falta de valentía, sensatez, humildad y grandeza en no reconocer ante el mundo su fracaso como gobernante?
Por otra parte, Venezuela siempre ha enviado donaciones a los países pobres asociados al Alba y Petrocaribe como: Cuba, Haití y Bolivia. Pero a la inversa, ninguno de sus aliados poderosos como China y Rusia le han enviado en reciprocidad, siquiera un saco de trigo, de azúcar cubana o unas aspirinas… Y si algo llega, ya está previamente cancelado en dólares y petróleo.
Maduro también ha rechazado la ayuda de “Los Médicos sin Fronteras” y de buques sanitarios que han ofrecido sus servicios gratuitamente.
Y en forma sarcástica en vez de permitir la entrada de alimentos y medicinas, baila salsa públicamente burlándose del hambre y el dolor de la población; y mientras baila, un 80% de niños venezolanos pasan hambre, otros tres millones comen de la basura y los muy debilitados mueren de mengua.
Esta negativa de aceptar alimentos constituye un delito de lesa humanidad el cual en algún momento de la historia será castigado con toda rigurosidad.
Lamentablemente nos encontramos ante un nuevo holocausto mundial donde la gente muere porque al gobierno le da la gana. Pregunto nuevamente Maduro, ¿Por qué rechazas la ayuda humanitaria de medicinas y alimentos?
@visionvenezuela