El presidente estadounidense, Donald Trump, trató de zanjar este miércoles la polémica que ha generado su defensa de Rob Porter, un exfuncionario de la Casa Blanca acusado de maltratar a sus dos exmujeres, al asegurar que rechaza la violencia doméstica.
“Me opongo completamente a la violencia doméstica de cualquier tipo. Todo el mundo lo sabe y casi no debería ni tener que decirlo”, dijo Trump en declaraciones a periodistas desde el Despacho Oval.
Este lunes, Trump envió a su portavoz, Sarah Huckabee Sanders, a asegurar ante los periodistas que el presidente “se toma muy en serio la violencia doméstica”, pero el hecho de que él mismo no pronunciara esas palabras había generado polémica en Estados Unidos.
“El presidente apoya a las víctimas de violencia doméstica por encima de todo lo demás, pero cree que todo el mundo debería ser tratado de forma justa y con debido proceso”, afirmó Sanders el lunes.
El viernes pasado, en sus primeras declaraciones sobre el asunto, Trump pidió a la prensa que recordara que Porter -que acababa de abandonar su cargo como secretario de personal de la Casa Blanca después de que sus dos exesposas lo acusaran de maltratarlas- “dice que es inocente”.
“Le deseamos lo mejor, ha trabajado muy duro. Nos enteramos de esto hace poco y me sorprendió, pero ciertamente le deseo lo mejor y es un momento duro para él”, dijo Trump, quien no hizo ninguna mención a las mujeres supuestamente maltratadas por el exfuncionario ni a la fotografía en la que una de ellas aparece con el ojo morado.
Horas después, otro funcionario de la Casa Blanca, el redactor de discursos David Sorensen, también abandonó su puesto después de que su exmujer lo acusara de haberla maltratado física y emocionalmente durante sus dos años y medio de matrimonio.
Tanto Porter como Sorensen han negado las acusaciones, y el sábado, Trump pareció ponerse del lado de ellos dos y de otros hombres acusados de maltrato en el país.
“La vida de la gente está siendo destrozada y destruida por simples acusaciones. Algunas son verdaderas y otras son falsas. Algunas son viejas y otras nuevas. No hay recuperación posible para alguien que ha sido acusado falsamente: su vida y su carrera se van. ¿Es que ya no existe el debido proceso?”, escribió en Twitter.
Los casos de Porter y Sorensen han puesto de relieve la dificultad de la Casa Blanca para responder al movimiento “Me Too” de denuncias de acoso sexual, dado que el propio Trump ha sido acusado por al menos 16 mujeres de propasarse con ellas en el pasado, unas alegaciones que su equipo siempre ha tachado de falsas.
EFE