Amor mío:
Hace algunos años te escribí esta carta. Te la reenvío hoy, día de San Valentín porque creo que los sentimientos que en ella expreso no han cambiado en lo más mínimo:
Cómo haré, vida mía para enamorarte de nuevo, para que este amor mío no se pierda en medio de este absurdo destino que nos ha tocado vivir. Qué haremos para que vuelvas a creer en mí y yo en ti, para que todas estas cosas que nos han pasado no destruyan ese sentimiento tan bonito que tenemos. Tú y yo lo sabemos, este amor nuestro es lo más grande que hay, porque este es el amor sobre el cual otros amores se levantan. ¿Por qué lo hemos deshonrado tanto? ¿Por qué nos hemos hecho daño si sabemos que no podemos vivir el uno sin el otro? ¿Cómo haremos para recobrar la confianza perdida, para pasar la página de tantos dolores y daños causados? ¿Por qué estamos destruyendo lo que sabemos es sagrado?
Tú lo sabes, yo no puedo estar lejos de ti. Tus ausencias me matan. Te extraño. La vida no me sabe igual si no te tengo cerca, me le falta brillo, color, alma. Y aunque este en el lugar más hermoso, tu ausencia me agobia. No se cómo vivir sin ti y además no quiero intentarlo. Es que como te llevo dentro de mí, la distancia no hace sino acrecentar mi dolor, mi sufrimiento. Cuando siento tu calor en mí, tu cercanía en las cosas de mi vida, soy feliz. Por ti amo, sufro y espero.
¿Por qué no nos atrevemos a soñar juntos un destino mejor? Un destino de hijos bellos que nos se los lleve una bala en el Día de la Juventud, mientras protestan por la inseguridad. Yo te he esperado y te espero. Hasta el fin de mis días si es preciso. No sé si algún día me cansaré y me vaya por ahí con alguien que me ofrezca promesas de amor que no me llenaran como las que sueño contigo, pero que termine aceptando con resignación. No es lo que quiero: me niego a que mi destino sea una vida de frialdad distante. Quiero la emoción y pasión que tú me das, la fuerza con que cada día me mantienes en pie, para seguir adelante y luchar. Cuando la tristeza y la desolación me vencen, tú me animas.
Hoy es el día de los enamorados y quise escribirte esta carta de amor, para que sepas que sigo locamente enamorado de ti, que me haces falta como eras, tolerante, amable, bella; para decirte que podemos reconstruir lo perdido, que la fuerza de nuestro amor puede vencer cualquier adversidad.
Hoy quisiera llevarte a cenar, pero la oscura noche que nos envuelve activa todos nuestros miedos, enciende todas las alarmas (y ademàs este año San Valentin cayó en ayuno). No te mando un ramo porque no hay flores en el mundo para tanto sentimiento. Solo puedo ofrecerte hoy, como regalo, esta carta de amor en la que va mi alma comprometida en seguirte adorando con todas mis fuerzas y de que ese amor se convierta en lucha por verte sonriente y feliz.
Te amo, Venezuela.