Debemos construir la autentica Unidad Nacional. No es la hora de dividir, sino de unir a los venezolanos sin exclusión. Es momento de cambiar en la población venezolana y demás naciones del mundo la imagen desprestigiada llena de contradicciones e inconsistencias en decisiones contra el régimen despótico de Nicolás Maduro y los narco militares que devoran el patrimonio nacional.
Hay que tener plena convicción, que los países no se acaban. Y por más que se intente o se destruya un país-nación, renacerá como el ave fénix de las cenizas hasta el fin de los tiempos. El venezolano en la historia siempre se ha destacado y ha confrontado todo compromiso del tamaño y peligro que se le presente sin miedo y cobardía.
El primer grito de libertad e independencia que se hizo en el nuevo Mundo fue en Venezuela contra el imperio Español. Los Hechos libertarios así lo demuestran con cinco Republicas liberadas con Independencia política, económica y religiosa de la Monarquía española. El ejercito patriótico vencedor contra tropas mercenarias y peninsulares fueros derrotadas y expulsado del nuevo mundo bajo la conducción heroica del libertador Simón Bolívar con el glorioso contingente de soldados y oficiales venezolanos en compañías de combatientes hermanos del virreinato de la Nueva Granada.
El venezolano por naturaleza es de espíritu abierto por ejercer y practicar la libertad plena: defender los derechos humanos sin exclusión, respetar la libre expresión del pensamiento y del movimiento de personas en sana Paz y en Democracia para disfrutar la convivencia Nacional.
En el último comunicado de la Conferencia Episcopal en sintonía con los manifiestos de los rectores universitarios y fuerzas vivas de la sociedad civil, los obispos nos llamaron a reflexionar sobre la realidad de un país estresado, sumido en la desesperanza y agobiado por las más agudas carencias, ante una dictadura despiadada que solo tiene como meta mantenerse en el poder a toda costa, ahora empeñado en unas elecciones adelantadas que viola la normativa constitucional y la voluntad del soberano. La dirigencia opositora, por otra parte, aparece también desorientada y alejada de la realidad. Ha perdido la confianza de la colectividad y se debate entre diversas corrientes que, hasta ahora, no han encontrado el camino de la reconciliación por falta de construir de abajo hacia arriba el gran proyecto de gobernanza que se merece la población venezolana.
Es el momento del llamado urgente a la Unidad nacional y a la coherencia en los programas y en la acción política. Es el momento de abandonar por ahora las ambiciones desmedidas por el poder político y económico con proyectos excluyentes en los distintos partidos y ONGs.
Los dirigentes de la oposición democrática, deben dar una clara señal de cambio y de renuncia a sus ambiciones personales para rescatar la confianza del soberano pueblo de Venezuela, sin caer de nuevo en juegos perversos de aliados encubiertos del poder de turno, tenemos que avanzar en una sola dirección, conscientes de que nos enfrentamos a estrategias del G2 cubano e intereses de potencias extrajeras (Rusia, China, Irán…) que están acabando con la hambrienta, enferma e indefensa población de Venezuela al margen de la constitución .
El mensaje de amor- subliminal de San Juan Pablo II: ¡Despierta y reacciona, es el momento! Ahora recordado por la Conferencia Episcopal Venezolana, mensaje preciso que debe crear conciencia en la colectividad venezolana para enfrentar sin miedo y cobardía el despiadado gobierno de Maduro que esta estrangulando a la población hambrienta y enferma de Venezuela. Son muchas las razones para salir de esta dictadura militar con desempeño delictivo, no debe existir ningún tipo de duda ni miedo ni temor de participar en la construcción de la UNIDAD NACIONAL, y en consecuencia rescatar el ejercicio de la democracia que esta secuestrada por las garras del despotismo chavistacomunistacubana que agoniza con fuerza de fuego pero sin respaldo demás 88% de rechazo de la población dentro y fuera de Venezuela, sus días están cronometrados. Es momento de cruzar la línea amarilla… Ahora porque mañana será tarde. Así de sencillo.
No es la hora de dividir, sino de unir. La Unidad nacional de oposición tiene que poner en ejecución la estrategia de la realidad- verdad. No es tiempo de pasar facturas ni tampoco de remover escombros por errores cometidos de la dirigencia de la MUD, nacional, regional y municipal ni tampoco por ahora sentarlos en el banquillo para que rindan cuentas claras del histórico triunfo electoral 6D/2015, se eligió 112 diputados con la tarjeta de la manito MUD, que constituye mayoría calificada en la nueva Asamblea Nacional que hoy esta intervenida e inhabilitada por falta de decisión oportuna en la aplicación de facultades constitucionales. Ante esta realidad dolorosa no es pertinente gastar tiempo en juicios de valores. Es tiempo de construir y poner en marcha la autentica UNIDAD democrática para asumir sin vacilación el reto planteado de conquistar la Democracia con un nuevo gobierno de consenso nacional.
Las elecciones presidenciales anticipadas convocadas por el mismo gobierno reeleccionista con arbitro CNE parcializado son inconstitucionales de hecho y de derecho en la vigente CRBV de 1999. En consecuencia la ABSTENCION de la oposición venezolana el 22 de abril 2018 debe ser ACTIVA y no PASIVA, y así demostrar al MUNDO con hechos tangibles que los VOTOS prefabricados del CNE son para consumar el FRAUDE electoral a través de un PLEBISCITO para legitimar la Dictadura tal cual hizo el dictador Pérez Jiménez en 1957 y en días el cobarde dictador- corrupto huyo en el avión “la Vaca Sagrada” en la madrugada con las maletas llenas de dólares y joyas como cualquier ladrón de banco, el 23 de enero de 1958, y así nació la Democracia de alternancia de cuarenta años consecutivos lleno de prosperidad con los civiles en el Poder por voluntad del soberano pueblo de Venezuela. Así de las cosas.