Rafael Rodríguez Mudarra: Renovación de dirección opositora

Rafael Rodríguez Mudarra: Renovación de dirección opositora

 

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La Venezuela  otrora, digna de elogios por su comportamiento cívico de  de permanencia  institucional  instaurada, sin alteración de continuidad a  partir del 23 de enero de 1958;  una vez ocurrida la deposición  unitaria  a fuerza de querer del  pueblo   de quien  fuere tenido como el último dictador  militar   que hubo de asaltar el solio presidencial, cual no fue otro  que  el general MARCOS PEREZ JIMÉNEZ cuya vergonzosa  huida, llevándose  fabulosa fortuna  insaculada en los fondos del patrimonio público, fue registrada  como su último acto de peculado , que hubo de cometer.

Desafortunadamente por “mala leche” un comportamiento  ciudadano,  descontento  con  la  partidocracia   de alternación en el poder de los partidos  AD y COPEY;   con anhelado deseos de cambio  de los representantes  del Estado,  mediante un proceso electoral claro, transparente de integración e independencia moral de sus miembros , se pronunció electoralmente por llevar a la presidencia de le República  al  teniente coronel HUGO RAFAEL CHÁVEZ,  quien gozando de todas las garantías  para la protección  de  sus  derechos humanos, hubo de ser  indultado por el entonces presidente RAFAEL CALDERA, quien apartado  de su partido de origen integró gobierno  con connotados  dirigentes de la izquierda venezolana, entre    ellos  POMPEYO MÁRQUEZ, TEODORO PECOF y CARLOS TABLANTE ; y    sin estima de  rencor por la actuación militar de desobediencia a la Constitución  del militar golpista, incorporó  con cargo en la administración pública  a oficiales  que intervinieron en la aventura   del fracasado golpe militar; lo que es más participó en la transmisión de mando; acto mediante el cual  CHÁVEZ tuvo  el “tupé”  de considerar “moribunda   la Constitución”  a la cual prestó juramento  para el  ejercicio del cargo.

Con la ascensión al poder de Hugo Chávez, mediante  referendo constituyente celebrado el  15 del mes diciembre  de 1999;  el  29 de diciembre de 1999,es proclamada  la ANC, quedando presidida  por  el diputado LUÍS MIQUILENA.

La Constitución  vigente, es de observar, si bien tuvo adelantos   en cuanto a establecer  los medios de participación y protagonismo del pueblo  en  ejercicio de su soberanía,  en lo que respecta   a la elección presidencial, elimina  lo pautado por la Constitución derogada, referente a  que el “periodo presidencial era de cinco años sin que pudiera ser reelegido sino pasado 10 años”. Establece  el periodo presidencial de  seis  años, pudiendo ser reelegido  de inmediato”; pero esta forma de ejercicio de poder;  con  tal disposición constitucional no tuvo asidero de permanencia; se impone la condición de héroe  de  Chávez como hijo de Bolívar  para la salvación de la patria, mediante  su  perpetuación en él poder;  siendo lo  más indicado   para el logro de tal fin una enmienda  constitucional; así  se hizo,   se pauta  el periodo presidencial  de seis años;  a la vez que en forma  manipulada  se le concede al  presidente de la República  la posibilidad de “ser reelegido  sin  solución de continuidad”;  todo ideado   para hacer del   “ comandante Chávez” una réplica del   “gendarme necesario”.

La enmienda  como propósito   continuista de los dizques revolucionarios  del régimen actualmente periclitado , con la presencia de Nicolás Maduro, albacea  del difunto militar heroico ,  para sentirse seguro del manejo  sensual y familiar del poder suma a su ejercicio de mando burocrático a un grupo de militares  pertenecientes al “ generalato” en servicio activo,  quienes  favorecidos  por decisiones  del TSJ, hacen   abstracción de ser  institución sin militancia política de obediencia y subordinación; a la vez que actúan   como figuras de primer orden en las decisiones de gobierno y en la controversia política, auspiciada con elogios  que   de ellos   hace Maduro en sus peroratas.

Pero si en verdad, la mayoría del país, hoy en estado de mengua, sin techo ni pan; ante la desidia del gobierno, incapaz para el logro  del bienestar de pueblo que reclama comida, medicinas y compensación salarial; que desea como solución de los mismos  un cambió de conducción política; también es  cierto  que Maduro con terquedad absoluta, con respaldo de los órganos del poder público;  con acomodo que le da la enmienda constitucional no ha pensado otra cosa, que no sea la de su reelección presidencial. Para ello, inventó el fracasado diálogo  con la mayoría de oficiantes que le fueron suyos, y bajo los auspicios de una ANC, de repudió tanto doméstico como internacional, sin obstáculo de impugnación, convoca a un “adelanto de las elecciones presidenciales”  para el 22 de abril; a la vez que despoja de autoridad  a la Asamblea Nacional, que fuere electa  por el  poder originario; y lo que es más, con tal maniobra, ha conseguido  que  individualidades de partidos  de calado minoritario, sin consulta al sector opositor , constitutiva de mayoría absoluta , se divida entre quienes quieren  participar en el amañado evento ; y los que no quieren, es decir: ha logrado por razones no  excusable  tipificar una conducta impúdica entre los que se han hecho acreedores de la dirección opositora, lo cual por no ser ético ha logrado un repudio colectivo.

El oficialismo se ha percatado  de una debilidad  consuetudinaria  del protagonismo no coherente  de los cuatros dirigentes  que integran la MUD,   que actúan  con poder de decisión sin consulta; tratando por todos los medios  de hacerla  cada día más débil, lo cual se quiera o no,  obliga  una renovación,  emergente , necesaria, tanto imperativa como entendible,  para darle el frente  a las argucias maniqueas del Chavismo que impiden la restitución del Estado de Derecho. Para ello La Conferencia Episcopal  sin hacer de la política un oficio, en consideración a la situación hiperinflacionaria, cada vez  más   agresiva  se ha pronunciado por la no aceptación de una convocatoria  electoral adelantada,  dado ser infección concurrente de corrupción,  que permea el extracto social del país; a la vez que  hace ostensible nuestra condición de paria.

Sin temor a equivocarnos, fuerza es reconocer que la capacidad política   de la MUD ha quedado desmantelada,  por cuanto ha hecho inexistente los espacios de intercambio con las fuerzas sociales, con los partidos políticos  más pequeños, sin consideración a la representación de las minoría proporcionales, lo cual  ha dificultado  que comunicacionalmente la oposición logre hablarle a  una base electoral que se encuentra en estos momentos , sobre todo confundida; sin participación en decisiones  no cónsonas con la situación que se atraviesa. Todo esto plantea sin rodeos, sin posiciones protagónicas un cambio en la dirección opositora. La salud de la patria  lo exige.

RAFAEL RODRÍGUEZ MUDARRA, abogado, político, presidente de URD.