El presidente de Brasil, Michel Temer, advirtió este miércoles que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, condenado en segunda instancia a doce de años de prisión por corrupción, puede transformarse en “un mito”, si finalmente es impedido de participar en las elecciones de octubre, reseñó EFE.
“El problema de él no ser candidato es que se puede transformar en un mito y como una figura mítica tal vez pueda hasta influir” en los comicios aunque no participe en ellos, manifestó Temer en una entrevista a la ‘Rádio Jovem Pan’.
Lula (2003-2010) fue condenado el pasado 24 de enero por un tribunal de segunda instancia que ratificó y aumentó de nueve a doce años la pena de cárcel que pesa en su contra por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero en un proceso relacionado con la trama destapada en la petrolera estatal Petrobras.
La sentencia deja al líder del Partido de los Trabajadores (PT) al borde de la inhabilitación política ante las elecciones presidenciales de octubre, pues la legislación brasileña prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia se postulen para cargos electivos.
Temer, quien ya señaló con anterioridad que la inhabilitación de Lula sumaría “tensión” al país, resaltó que si el antiguo dirigente sindical pudiera disputar la cita electoral y eventualmente ser “derrotado” en las urnas, “no habría esa mitificación” en torno a su figura.
Lula manifiesta desde hace meses su deseo de participar en los comicios de octubre, animado además por los resultados de todos los sondeos de opinión publicados hasta la fecha que le otorgan una notable ventaja frente al resto de posibles candidatos.
El PT ya lanzó su precandidatura tras la sentencia del mes pasado, si bien la decisión final sobre su futuro político estará en manos del Tribunal Superior Electoral.
Por su parte, Temer, que dejará la Presidencia de Brasil el 1 de enero de 2019, consideró en la entrevista que “el cuadro electoral no está ni mínimamente definido”, aunque opinó que el PT ha sufrido una “desvalorización nítida y expresa”.
El gobernante, cuya popularidad se sitúa actualmente en un escaso 6 %, reiteró que no será candidato en octubre y que le gustaría ser recordado “como alguien que consiguió hacer buenas reformas y consiguió equilibrar el país”.