Estamos viviendo un falso dilema: Votar o no votar, en función de que habría que cuestionarse si debemos honrar el principio democrático de elegir si las condiciones electorales no están dadas. Claro que estas condiciones no están dadas. Por ejemplo, Leopoldo y Capriles no pueden ser candidatos porque están injustamente inhabilitados y estos son los que más oportunidad tienen de ganar. El problema con ese argumento para no ir a votar es que las condiciones justas tampoco estaban dadas en 2013 cuando Capriles dice que le ganó a Maduro, ni en 2015 cuando arrasaron los candidatos opositores a la Asamblea Nacional.
¿Y cuál son las diferencias entre entonces y ahora? Estas diferencias están en la articulación de la oposición y en la calidad de sus candidatos. Cuando la articulación es alta y se ven sus frutos, la oposición logra sobrepasar las ventajas del oficialismo. Pero, si la oposición se ve dispersa, como hoy día, la ventaja que le ofrece el 77% de rechazo a la gestión de gobierno se diluye en abstención. Hoy, los posibles niveles de abstención varían entre 25 y 55% de los votantes, dependiendo del atractivo del candidato opositor. Si este fuese un outsider conocido por su éxito y solidaridad, la abstención sería del 25% y este candidato le ganaría a Maduro por 49 puntos. Luego vienen Leopoldo, quien le gana a Maduro con 36 puntos y Capriles con 24. En el otro extremo, si el candidato fuese del montón, Maduro casi lo empata en un final de fotografía, sin contar las ventajas del gobierno.
Entonces, el dilema de la mayoría disgustada no es creado sólo por las ventajas del oficialismo sino también por tener que votar por una oposición que muchos no aprecian porque la competencia entre sus líderes ha implicado perder grandes oportunidades. Ojalá entendieran que necesitan cambiar el modelo obsoleto de partido tradicional-electoral de manipulación de masas para alcanzar el poder; por uno que le dé prioridad al acompañamiento cotidiano de la población en el logro de la solución de los problemas socioeconómicos. Así tendrían hoy el 77% de los votos; con y sin ventajas oficialistas.
José Antonio Gil Yepes
Directivo Datanalisis
@joseagilyepes