En la cadena del dictador, el país fue testigo de cómo mientras se hablaba de más de lo mismo, de falsas promesas económicas, de un país que solo está en su imaginación, porque la realidad es que su modelo económico fracasó y hace sufrir a los venezolanos con hambre, falta de medicinas, un éxodo forzoso y pulverización del poder adquisitivo, producto a la hiperinflación.
Nosotros decidimos no convalidar el fraude electoral más grande de nuestra historia como República, después de la espuria constituyente, así como la comunidad internacional lo ha señalado, así como los venezolanos consideran. Quienes hoy se suman al fraude quedarán en la historia como traidores y serán juzgados por nuestro pueblo.
Creemos firmemente en la independencia del ciudadano, que no dependa de “un papá Estado” que supuestamente los proteja a costa de sus libertades, creemos en la capacidad de la gente, en sus cualidades. Estamos seguros que aunque la oscuridad se cierne ante Venezuela, más temprano que tarde, todos reconstruiremos lo que el Psuv y el socialismo nos arrebató.