El Gobierno de Colombia desplegó unos 116.000 militares y policías en todo el país para garantizar la seguridad durante las elecciones legislativas y las consultas presidenciales del domingo, las primeras en las que participará la antigua guerrilla de las Farc.
Reuters
Muchos ciudadanos han dado la bienvenida a las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) a la arena política después de que firmaron un acuerdo de paz en 2016 con el Gobierno, pero otros quieren ver a sus miembros tras las rejas por los crímenes cometidos durante cinco décadas como coprotagonistas del conflicto armado en el país.
Colombia renovará el domingo el Congreso, eligiendo 108 senadores y 172 representantes a la cámara. En el mismo proceso, los partidos de derecha e izquierda harán sus consultas para definir los candidatos presidenciales que se medirán en mayo.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dijo el jueves que los militares brindarán seguridad a 11.000 puestos de votación instalados en el conservador país, aunque es la primera vez en más de medio siglo que una elección se celebrará en paz.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), el partido que surgió de la desmovilizada guerrilla pero que conservó la misma sigla, tiene garantizadas cinco bancas en el Senado y cinco más en la Cámara de Representantes bajo los términos del acuerdo de paz aún si no logra los votos necesarios.