Es posible que el chavismo de Henri Falcón sea menos concentrado que el del general Padrino López pero sigue cargado de radiactividad. No hay que extrañar que mucho chavismo de la primera hora ahora encuentre atractivos en la figura que antes veían como la del Sargento-con-suerte a la del sereno estadista, pero sin habilidades específicas.
Hay que suponer que Falcón, conocedor de las malas mañas del chavismo, del cual ha participado dentro, afuera y al lado, y que acaba de vivirlas con la Almirante del Río Turbio, sabe que no tiene vida en el fraude electoral organizado por las otras almirantes de la Mar Océana del CNE. El hecho es que su participación –de mantenerse- le completa las piezas que a Maduro le hacen falta en su pretensión de alcanzar una nueva pátina de falsa legitimidad; es decir, Maduro lo necesita y por ahora depende de él para que al menos Pablo Iglesias, Ignacio Ramonet, Evo Morales y Dolores, la buena, puedan decir que hubo elecciones competitivas. Maduro, al corriente de la maniobra, procura que haya otros competidores provenientes de la ex MUD para no quedar en manos de Falcón como legitimador exclusivo del teatro electoral, sobre todo cuando éste ya asomó que tal vez, a lo mejor, quién sabe, y se retira de “la fiesta electoral”.
Lo interesante de esta estratagema es que en busca de llenar el espacio que tuvo la MUD (constitucional, democrático, electoral, pacífico, etc.) los voceros de Falcón han soltado unos globos de ensayo llenos de hidrógeno, peligrosamente inflamables. Eduardo Semtei anunció los protoministros, Eduardo Fernández como Canciller, Francisco Rodríguez en Finanzas y el impresentable Padrino López en Defensa. Suena difícil que Eduardo juegue ese juego cuando no le aceptó ser ministro a Rafael Caldera, pero quién sabe si deja rodar la bola para saber a dónde llega. Lo de Padrino es exótico porque asomar el nombre de quien ha simbolizado la destrucción de la FAN probablemente sea un juego macabro para terminar de convertirlo en chicharrón. Lo de Rodríguez es demasiado obvio desde que Torino Capital comenzó los arrumacos con Falcón. El economista ya lanzó la tesis de la dolarización, tema discutible desde luego, pero que significaría un shock brutal proveniente de una candidatura que quiere ser vegetariana.
Si hay elecciones con Maduro, habrá fraude, razón por la cual la mayoría se abstendrá. De todas maneras, si Falcón persiste, podrá argüir que no salió derrotado sino que llegó de segundo. ¿Es una ruptura con lo que fue la MUD o es la continuidad de la MUD por otros medios?