Venezuela se encamina a una reconversión monetaria y a la deslegitimación de sus billetes actuales, medidas ordenadas por el Ejecutivo que se concretarán el 4 de junio y que suponen un desafío para el país que atraviesa una profunda crisis económica y celebrará elecciones presidenciales el 20 de mayo.
EFE
El presidente del Banco Central (BCV), Ramón Lobo, aseguró hoy que el Estado venezolano tiene un plan de protección al nuevo cono monetario para evitar que sea falsificado.
Lobo indicó que en las “próximas horas”, las autoridades se reunirán con la banca nacional pública y privada, para abordar el proceso de adecuación tecnológico que se implementará al igual que en las distintas unidades empresariales y unidades de servicios.
La reconversión monetaria anunciada este jueves por el jefe del Estado, Nicolás Maduro, implica la eliminación de tres ceros a la moneda y la entrada en circulación de un conjunto de nuevos billetes y monedas con la nueva denominación.
Los actuales billetes podrán circular y ser canjeados hasta el próximo 3 de junio, un día antes de que entre en circulación el nuevo cono.
Al respecto, el vicepresidente Tareck el Aissami aseguró hoy que estas medidas buscan facilitar las transacciones económicas y comerciales, mejorar la disponibilidad del efectivo (hoy escaso en el país petrolero) y facilitar el sistema de cómputos y registros contables de las instituciones públicas y privadas.
El Aissami auguró además que estas decisiones ayudarán a “evitar el contrabando de extracción y ultraje” del bolívar y buscan dar “seguridad monetaria y solvencia” a la economía nacional, en recesión hace varios años y sumergida en hiperinflación.
Sin embargo, el diputado y economista venezolano José Guerra aseguró que el plan de reconversión monetaria “arrancó mal” y que a vuelta de un año y medio la nueva denominación podría tener valor cero, producto de la inflación que cerró el año pasado en 2.616 % según datos del Legislativo.
“Arrancó mal por dos razones, una razón estrictamente operativa del poco tiempo para hacer todas estas pruebas y adaptaciones del sistema, y arrancó mal desde el punto de vista económico”, aseveró el expresidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento.
El también profesor de la Universidad Central de Venezuela explicó que “ninguna reconversión monetaria exitosa se ha hecho sin que previamente se implemente un conjunto de medidas económicas para asegurar que los nuevos billetes van a tener valor adquisitivo”.
En vista de ello, lo que va a pasar “es que con una inflación promedio de 50 % mensual como la actual, a partir del mes de junio, en un año y tres meses el cono monetario ya no sirve, el billete de 500 va a valer cero”.
Guerra comparó este proceso con la reconversión monetaria que hizo el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) en 2008 implementada casi un año después de su anuncio en 2007, en la cual se desarrolló un cronograma de 10 meses desde su notificación al Banco Mundial.
En esta ocasión “en dos meses pretendemos hacer lo que se hizo en 10 meses en el año en el 2008 con una situación distinta”, dijo para alertar que no hay tiempo suficiente para la adecuación de todo el sistema.
El anuncio de Maduro también ha enfrentado las opiniones de los ciudadanos del país caribeño.
En un recorrido por diversas zonas de Caracas, Efe comprobó que los simpatizantes del actual presidente y candidato a la reelección respaldan la decisión mientras que la gente ubicada en un espectro ideológico distante del chavismo la rechaza.
El miembro del colectivo chavista La Esquina Caliente, Aquiles Navarro, de 57 años, calificó la medida como “bastante positiva” porque a su juicio “dará un nuevo comienzo desde cero puesto” que los tienen “bloqueados económicamente”.
Entretanto, ciudadanos disidentes del chavismo calificaron la decisión como “errónea” e “insuficiente” frente a la severa crisis que atraviesa el país.