El Tribunal Supremo español (TS) ha confirmado la condena a 23 años de prisión impuesta a Miguel Ángel Muñoz Blas por asesinar el 5 de abril de 2015 a la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem en la provincia de León (noroeste de España), cuando hacía el Camino de Santiago, reseña EFE.
En una resolución conocida hoy, la Sala de lo Penal del TS desestimó el recurso de casación presentado por el acusado, sentenciado en primera instancia por un tribunal de jurado de la Audiencia Provincial de León.
Muñoz Blas, de 42 años, fue condenado a veinte años por asesinato y a tres por robo con violencia, ya que tras matar a la mujer a golpes se apropió de sus pertenencias, entre ellas 1.132 dólares.
Entre otros motivos, el acusado alegó ante el Supremo que se había vulnerado su derecho fundamental a la presunción de inocencia respecto a la acusación de alevosía, ya que entendía que se había establecido sobre la base de conjeturas y no de pruebas.
El TS destaca que el jurado afirmó la concurrencia de la alevosía sobre la base de la desproporción física entre acusado y víctima, las condiciones del lugar en que la agresión tuvo lugar, así como la dinámica del hecho, en el que medió un fuerte golpe en la cabeza.
Según los hechos probados, el 5 de abril de 2015 Denise Pikka recorría en solitario el Camino de Santiago, que había iniciado en Pamplona (norte-centro de España) el 6 de marzo anterior, y cubría la etapa entre las localidades de Astorga y El Ganso (León).
La joven se desvió de la ruta oficial para visitar el pueblo de Castrillo de los Polvazares (León) y, al salir del mismo, se desorientó por una flecha amarilla que la llevó a pasar delante de una finca propiedad del acusado.
El condenado se acercó a ella y la acompañó durante un tramo del trayecto. En un momento determinado, la joven “se sintió molesta por la actuación y presencia de éste”, quien golpeó “fuertemente” a Denise en la cabeza con un objeto contundente.
Esto determinó la muerte de la víctima por “traumatismo cráneoencefálico severo, con destrucción de los centros neurológicos vitales”.
Muñoz Blas realizó un corte en el cuello con arma blanca al cadáver, que desnudó y ocultó en un agujero bajo tierra en las proximidades de su propiedad y del lugar donde cometió el crimen, tras seccionarle las dos manos, que no han sido halladas. EFE