El estado de hiperinflación y escasez de alimentos por la que atraviesa Venezuela obliga a sacerdotes de la Iglesia Católica en esta Semana Santa, que no tienen cómo preparar hostias para la comunión, a
recibir donaciones de los fieles para poder cumplir con el ritual durante la celebración de la eucaristía, reseña Versión Final.
El padre Ovidio Duarte, párroco de la parroquia San Antonio María Claret de Maracaibo dijo que “La feligresía nos está haciendo llegar el pan sagrado importado desde Miami y Houston ante la situación que se presenta con la preparación, ya que un saco de harina está por el orden de los ocho millones 500 mil bolívares y unas mil hostias salenen 400 mil bolívares aproximadamente”.
Señaló que en las parroquias más humildes no podrán ofrecerla en las comuniones durante la consagración en estos días “En algunas iglesias han tenido que partirlas hasta en cuatro pedacitos para poder atender la demanda de los asistentes los domingos porque entre semana
no se está ofreciendo”.