Respuesta pública de Mónica Corrales al Secretario de Estado de Puerto Rico, Luis G. Rivera Marin, con motivo a la propuesta de diálogo expresada en su misiva dirigida al diputado Luis Florido:
Caracas, Venezuela
28 de marzo de 2018
Excmo Sr. Luis G. Rivera Marin:
Secretario de Estado
Leída con atención su misiva dirigida al diputado Luis Florido, creí conveniente dirigirme a usted para hacer de su conocimiento el estupor que ha causado a los venezolanos este nuevo intento de diálogo propiciado por el diputado Florido, y que ha sido atendido tan diligentemente, tanto por el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló Nevares, como por usted.
En sus líneas expresa el interés de servir de puente para que se lleve a cabo una “Comisión de Diálogo para el Regreso de la Democracia en Venezuela”, con sede en San Juan de Puerto Rico.
Por tal motivo me veo en la obligación de aclararle que si algo ha contribuido con la permanencia en el poder del régimen tiránico de Nicolás Maduro -antes el de Hugo Chávez- han sido justamente las diferentes agendas de diálogo con las que por años han distraído a los venezolanos y a la Comunidad Internacional.
El método para “regresar la democracia a Venezuela” no puede ser el diálogo porque quienes detentan el poder no son gobernantes demócratas equivocados, que por ineptitud nos han llevado a una crisis humanitaria. No, Venezuela ha sido secuestrada por una organización del crimen internacional. Ha sido entregada su soberanía a países como China, Rusia, Irán, Cuba y Siria. Vinculada al fundamentalismo islámico, a las FARC, al narcotráfico.
En Venezuela no hay una “crisis humanitaria” porque la palabra “crisis” se refiere a coyunturas temporales de cambio, producidas generalmente por hechos impredecibles, fortuitos. En nuestro caso; la hambruna, la falta de medicamentos, el éxodo masivo y el genocidio; han sido un plan intencional muy bien estructurado por la izquierda internacional.
Pero además de lo antes expuesto, uno de los principales problemas con los que contamos los venezolanos, es el del reconocimiento internacional que se le hace a personajes que dicen representar a la oposición de Venezuela; porque inicialmente fueron electos, pero que hoy en día gozan del total repudio de los venezolanos al haber desviado por completo y, arbitrariamente, la voluntad de sus electores.
Dirigentes políticos que manejan una maquinaria comunicacional / económica / internacional, muy similar a la del propio régimen. Que mantienen vínculos filiales, sociedades, negocios y prebendas con la cúpula del poder. Y que se han dado la tarea de viajar por el mundo proponiendo agendas contrarias a nuestra voluntad, que solo benefician a Nicolás Maduro. Retardando y desviando las pertinentes acciones que los diferentes líderes del hemisferio por fin comienzan a ejecutar. Muy especialmente el presidente Donald Trump.
Por tal motivo, estimado Rivera, le agradeceríamos encarecidamente apegarse a la voluntad de libertad de la mayoría de los venezolanos que no nos sentimos representados por el diputado Luis Florido y mucho menos por esta propuesta que parece más bien gestada desde Miraflores.
Apegarse también al categórico y firme discurso que mantiene el Departamento de Estado en Washington, D.C, los funcionarios de La Casa Blanca, el Presidente Donald Trump, el Senador Marco Rubio…pero sobre todo, “el pueblo de Venezuela”.
El “compromiso inquebrantable por la paz y la prosperidad” comienza por ponerse del lado de los oprimidos.
Estaremos eternamente agradecidos de poder contarlo a usted y a Puerto Rico, entre esos invaluables que sumaron su aporte para que pudiéramos recuperar nuestra soberanía, República y libertad.
De antemano, gracias.
Mónica Corrales. M
@monicacorrales
Miembro activo de la Resistencia de Venezuela.