Pablo Iglesias no oculta su fascinación por el populismo latinoamericano. Al parecer no importa lo desprestigiado que esté por los fracasos económicos, la corrupción y las derrotas electorales. Y tampoco que el discurso de Iglesias en favor de los derechos humanos y el rescate de la memoria histórica en España entre en directa contradicción con lo que defiende al otro lado del Atlántico, publica Al navío.
Pedro Benítez (ALN)
El líder y fundador del partido político español Podemos, Pablo Iglesias, no ve (o le tienen sin cuidado) las contradicciones entre su discurso y sus referentes populistas latinoamericanos. En un ejercicio de memoria histórica selectiva no cesa de recordar los crímenes del franquismo mientras que al mismo tiempo reivindica al peronismo, el movimiento de masas fundado por el hombre que literalmente salvó la dictadura de Francisco Franco.
Entre 1946 y 1948 el general y presidente argentino Juan Domingo Perón rompió el bloqueo internacional impuesto a la España de Franco por Naciones Unidas enviándole una vital ayuda económica y a su esposa, Evita Perón, como embajadora de buena voluntad. A Perón y a Franco los unían las simpatías por los fascistas y nazis derrotados en la Segunda Guerra Mundial y por eso las naciones vencedoras los castigaron.
La documentada inspiración fascista del peronismo argentino parece ser un aspecto que no preocupó demasiado al teórico y escritor argentino Ernesto Laclau, considerado el filósofo del populismo y confeso referente intelectual de Pablo Iglesias.
En su reciente paso por Buenos Aires el político español participó con entusiasmo en la manifestación del 24 de marzo que cada año recuerda el golpe militar de 1976 y la secuela de desaparecidos que dejó la última dictadura en Argentina.
Siga leyendo en Al navío