Sebastiana Barráez: Guerrilla es autoridad en la frontera

Sebastiana Barráez: Guerrilla es autoridad en la frontera

Grafitis del FBL contra monseñor Moronta
Grafitis del FBL contra monseñor Moronta

GRUPOS. Son los armados en la zona de la frontera: paracos y militares. Se desplazan a sus anchas, ejecutan a personas sobre todo jóvenes, cobran vacuna o extorsión, mantienen la industria del contrabando. Y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que tiene la obligación constitucional, de la defensa del territorio y la soberanía, por ser la que tiene el monopolio de las armas, no se da por aludida. El Ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López dijo hace unas semanas “no admitimos ningún grupo armado distinto a la Fuerza Armada Nacional… Rechazamos, como se llame, guerrilleros, paramilitar, bandas paramilitarizadas, al margen de la Ley, tendrán su respuesta constitucional”. Pues esa respuesta está tardando porque la guerrilla sí se está preparando. Veamos dos casos puntuales. Uno ocurrió con el ELN en Rubio y Capacho. El otro en el corazón de San Cristóbal.

Por: Sebastiana Barráez / @SebastianaB

OBISPO. Es el de la Diócesis de San Cristóbal, Mario del valle Moronta Rodríguez. Es amenazado por las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL) que también se hace llamar Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FPLN). Eso ocurrió en los primeros días de marzo. Las paredes de la iglesia San Juan Bautista de La Ermita, la más antigua de San Cristóbal (inaugurada en 1854), fueron pintadas con grafitis amenazando al Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Mario del Valle Moronta Rodríguez, quien pocos días antes había dicho que el único “protector del Táchira es el Santo Cristo de La Grita”, en clara alusión a que el presidente Nicolás Maduro designó al ministro Freddy Bernal como protector del Táchira. Pero esto no solo ocurrió en esa iglesia, cuya cúpula del frontis es una réplica a la de la Iglesia de los Inválidos en París, sino que también aparecieron grafitis en la Catedral de San Cristóbal, donde se lee: “Moronta traidor, vamos por ti”. El Obispo fue amigo personal de Hugo Chávez, desde la intentona golpista del 4-F en 1992, donde Moronta, el padre Arturo Sosa y Monseñor Padrón fueron llamados a actuar como mediadores. Incluso, Moronta ofreció una misa por la salud de Chávez cuando se detectó que tenía cáncer. Y en el funeral del Presidente muerto, el Obispo se dirigió a los asistentes. Ahora esta guerrilla lo llama triador y usa las mismas palabras de Mackled contra Alcalá Cordones: “vamos por ti”.





FGO. Es el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ocurrió el viernes 23 de marzo, en la madrugada, en Rubio, municipio Junín, en el sector llamado La Pajarita, a unos minutos del pueblo. A eso de las 4 de la madrugada los vecinos vieron llegar a más de un centenar de hombres armados (ellos dicen que unos 200 guerrilleros) del ELN, portando el brazalete negro y rojo con las siglas FGO. La Pajarita queda al pasar El Cementerio de Rubio, desde el cual se toma hacia la vía a Cuquí. Hay un cerro llamado Capote que colinda entre Rubio y San Antonio del Táchira. En el caso de Rubio se logra por La Pajarita; en el caso de San Antonio por el sector Pajaritos. Ese viernes ganaderos y finqueros de la zona fueron obligados a llevarles alimentos al grupo armado. Lo inaudito es que el sitio está a unos minutos de la plaza Bolívar del pueblo. Hay movilización de la guerrilla en la frontera, tratando de retomar el control de San Antonio y Ureña, porque fueron desplazados por la recién creada OPF (Organización Paramilitar de la Frontera). El más de centenar de guerrillos se ubicaron de la escuela La Pajarita hacia arriba, como quien va hacia la mina.

FELIPE. El jefe del grupo les dijo a los finqueros que lo llamaran Felipe, aunque a otros les pidió que lo llamaran Karlos enfatizando que fuera con K. Lo describen como un hombre de 35 años, de 1.75 metros de alto aproximadamente, con acento entre colombiano y venezolano, medio corpulento, de poca barba, “con pinta de árabe”, dijo un lugareño. El tal Felipe o Karlos dijo que estaba allí por órdenes de un tal Comandante Emiliano Zapata (aludiendo al mexicano). Avanzado el día subieron dos jeep de la Guardia Nacional. El jefe de la comisión militar habló con el comandante guerrillero, quien le dijo que estaba allí de paso. Satisfecho con la respuesta los funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se despidieron y regresaron a su comando. Al día siguiente en la madrugada los elenos se fueron del lugar. Los grupos guerrilleros se están desplazando desde el municipio Bolívar hacia San Vicente de La Revancha, porque estarían relevando personal para las elecciones y pasando revista. Una movilización similar se dio en el Hato de La Virgen en Capacho.

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