El poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, llegó el domingo a Francia, en una nueva etapa de su gira mundial en la que pretende proyectar una imagen más liberal del reino conservador.
El príncipe, de 32 años, llegó el domingo a las 11H05 (09H05 GMT) al aeropuerto del Bourget, cerca de París, adonde fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, según supo la AFP de diferentes fuentes.
Esta visita oficial de 48 horas, se produce tras un viaje de varias semanas a Estados Unidos, Gran Bretaña y Egipto, donde el apodado “MBS” se entrevistó con empresarios y firmó numerosos acuerdos para favorecer las inversiones en su país.
El martes debe reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, para estrechar lazos entre los dos países que tienen una complicada relación.
En París no se espera la firma de importantes acuerdos. Macron quiere antes que nada, según la presidencia francesa, establecer una “nueva cooperación” con el reino.
“Se trata de forjar una nueva asociación con Francia, y no sólo correr detrás de contratos”, confirmó a la AFP una fuente cercana a la delegación saudita.
Según Denis Bauchard, experto de Medio Oriente en el Instituto francés de Relaciones Internacionales (IFRI), “las relaciones bilaterales no son buenas y fue muy difícil convencer a MBS de venir a Francia”.
“MBS está fascinado por los estadounidenses” y siente “cierto desdén hacia Francia”, agregó.
En París se pondrá el acento en la cultura, el turismo, las inversiones de futuro y las nuevas tecnologías. El lunes, el príncipe heredero visitará la Station F, una incubadora de start-ups parisina.
Se firmarán unos 18 protocolos de acuerdo, en el sector del turismo, la energía o los transportes, indicó otra fuente de la delegación saudita. También debe anunciarse la firma de un acuerdo de cooperación para el desarrollo de Al Ula, un sitio con importantes vestigios arqueológicos.
Con Macron el martes por la tarde se evocarán las crisis regionales, la de Siria, el acuerdo nuclear con Irán, la guerra en Yemen, en la que Riad interviene militarmente, o la situación en Líbano, o el tema del Sahel, región esencial para París en la que Arabia Saudita contribuye en temas de seguridad.
En noviembre Macron se implicó personalmente en la crisis que rodeó al primer ministro libanés, Saad Hariri, que al parecer, presionado por MBS, anunció su dimisión desde Riad.
“Hubo tensiones cuando MBS intentó cuestionar el papel de Macron en el episodio Hariri, pero MBS tuvo luego que retroceder”, afirmó Abdulá Alaudh, universitario saudita de la facultad de derecho de Yale (Estados Unidos).
“Nunca es fácil para un autoritario como él aceptar eso”, agregó.
La primera visita a Francia del príncipe Mohamed como heredero del trono se produce tras un tumultuoso período marcado por cambios en el ejército, detenciones y una purga en la propia familia real que condujo a consolidar el poder de MBS.
MBS se presenta como el baluarte de un islam moderado, tolerante y abierto.
AFP