El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este jueves después de una solicitud de Bolivia para analizar las tensiones en torno a Siria, tras la amenaza de una acción militar lanzada por Estados Unidos en respuesta al supuesto ataque químico del pasado fin de semana.
El encuentro, que se celebrará a puerta cerrada, tendrá lugar este jueves, según informó la presidencia de turno del Consejo, que este mes ocupa Perú.
El embajador boliviano ante Naciones Unidas, Sacha Llorenti, dijo que la solicitud responde a “las amenazas de uso unilateral de la fuerza en Siria”.
La petición boliviana llega después de que hoy el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtiera a Rusia de que se prepare para un ataque con misiles contra Siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad, aliado de Moscú.
“Rusia promete derribar todos los misiles disparados contra Siria. Prepárate Rusia, porque van a ir, suaves y nuevos e “inteligentes!”, amenazó Trump en su cuenta en Twitter.
Este martes, Rusia vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta de EE.UU. para volver a poner en marcha un mecanismo internacional que investigue y determine responsabilidades por el uso de armas químicas en Siria.
Bolivia fue el único país que votó “no” junto a Rusia, mientras que China se abstuvo y los otros doce Estados miembros apoyaron la resolución estadounidense.
El Consejo de Seguridad, además, rechazó otra iniciativa rusa al respecto y también un segundo texto presentado por Moscú para expresar apoyo a la investigación que los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) van a llevar a cabo sobre lo sucedido en Duma.
Esa misión de la OPAQ, según insistió hoy Naciones Unidas, puede determinar los hechos, pero no tiene mandato para señalar a los responsables.
Estados Unidos y sus aliados responsabilizan al régimen sirio del supuesto ataque del pasado fin de semana, mientras que Rusia defiende que es un montaje que busca justificar un ataque contra el Gobierno de Al Asad.
EFE