La entrevista que Jaime Bayly le hiciera hace pocos días a mi hermana Beatrice, viral por la cantidad de gente que la vio, para muchos la mejor del comunicador peruano, donde no hubo desperdicio o concesión a la politiquería y la ignorancia… puso en el tapete una aproximación a la realidad que puede cambiar todo lo que en materia internacional se ha hecho a la fecha desde la oposición.
Ese cambio de punto de vista vino incluido en una frase que ojalá no la prostituyan por exceso de uso aquellos miembros de la jauría mediática que durante unos días usan en exceso palabras y oraciones poco comunes en el habla cotidiana, las ponen “de moda”… para pronto olvidarlas… cuando alguien les sople a la oreja otra oración feliz.
La frase que usó Beatrice y a Bayly le gustó es “Convención de Palermo”.
Palermo fue conocida como la capital de la mafia siciliana… de manera que cuando Bea la suelta en el programa de Bayly… ya se sabe a dónde apuntan.
Se trata de un posible cambio de la percepción del grupo que gobierna en nuestro país sobre la base de haberse apoderado del legado que dejó Hugo Chávez al morir.
Ya no se trataría de evaluar los gobiernos bolivarianos como edificadores de un entarimado jurídico y social que tras veinte años ha empobrecido al país con sus ideas socialistas, comunistas o simplemente estatistas al extremo… sino que a la luz de la Convención de Palermo habría que considerar a los que deciden cuando y a favor de quien “se corta el bacalao” en nuestra Venezuela… como una panda de delincuentes.
Este cambio de aproximación trae consecuencias.
En el caso de que a los bolivarianos se les considere, tal como ha sido hasta ahora, movimiento político ideologizado por el comunismo extremo… ya que no hay candidato, programa o ideas convincentes… solo cabría clamar –no es mi caso- por la intervención extranjera porque hasta ahora los oficialistas no han perdido el poder y la oposición supuestamente organizada no ha podido enfrentar el reto.
Pero. Si lo que priva es la visión contenida en la Convención de Palermo la condena contra algunos –no todos- los integrantes del gobierno venezolano sería por violar los protocolos de la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada… por formar parte de la “sociedad incivil” y por aceptar como lo más normal dentro de las instituciones del estado venezolano, el trajín de bandas organizadas para violar las leyes y normas de convivencia.
En especial el protocolo que criminaliza lavar dinero procedente del tráfico de drogas ilegales, ventas de armas prohibidas, trata de seres humanos etc.
Entonces no sería un caso ideológico lo que motivaría la intervención de la comunidad internacional de sino más bien una operación como la que terminó poniendo tras de rejas a la totalidad del liderato de la FIFA hace pocos años. No de una intervención de muchos países sino solamente del o los que a través de sus sistemas judiciales consideraran que las acciones delictuosas desde nuestra Venezuela… perjudican a sus ciudadanos.
Algo similar a lo que hace pocos años llevó tras las rejas toda la dirigencia de la FIFA.
Aquel caso comenzó cuando un país neutral como Suiza extraditó a los Estados Unidos, a petición de una Fiscalía de Nueva York… a todo el malandraje de la FIFA incluyendo al venezolano Esquivel.
Como en todo la política siempre aparece: Hacía años la DEA investigaba el origen de los millones que supuestamente se pagaban por los fichajes y traslados de futbolistas estrellas. Digamos los del Real, del Barsa, el Manchester United, Juventus, Bayer etc.
El dinero aparentemente venía en parte de países donde mafias traficaban con drogas, armas y seres humanos. Pero, la gota que rebasó el vaso fue el escándalo que rodeó las acusaciones de sobornos contra Rusia y Qatar que le quitaron a USA y Gran Bretaña el derecho a organizar los siguientes campeonatos a pesar de que los ganadores escogidos por la FIFA carecían de instalaciones de primer orden para hacerlo.
Con esos antecedentes el presidente Obama apoyó la investigación que llevó a desbancar la dirigencia de la FIFA que por más de un cuarto de siglo había mandado en el futbol profesional.
Personalmente me gustó el programa de Bayly porque la visión contenida en la Convención de Palermo explica algo extraño: Que a nombre del socialismo… mientras la población venezolana sucumbe ante el hambre hiperinflada… boliburgueses enchufados, los más cercanos al gobierno bolivariano, otros testaferros de directivos presuntamente opositores, militares muchos, civiles unos cuantos… se entreguen a los excesos sauditas… ahora en la isla de Margarita porque “las cosas ya no son como antes en Weston, Doral, Panamá y Miami”. ¡Aparentemente serían comunistas ricos!
A mi juicio hay de todo y aplicar esta Convención de Palermo no es nada fácil… como tampoco lo sería incoar un caso contra nuestro gobierno en la Corte Internacional de La Haya.
Todo ello sin dejar de lado que si en USA o Europa se molestan con los efectos del blanqueo de dinero proveniente del tráfico de drogas… tienen una solución instantánea que siempre hemos sugerido los liberales… ¡despenalicen y verán que las mafias desaparecen!
Mientras tanto me alegro por Bayly y Beatrice que lograron un gran programa en medio de la mediocridad que caracteriza ese tipo de eventos.