Las autoridades filipinas liberaron hoy a la misionera australiana de 71 años que habían arrestado la víspera por presuntamente participar en actividades políticas, en la segunda detención en pocos días de extranjeros activistas en favor de los derechos humanos en el país.
Patricia Fox, madre superiora de la congregación católica de Notre Dame de Sion en Filipinas, fue detenida el lunes por “vulnerar las normas de su congregación al acudir a protestas y participar en actividades políticas”, indicó la Oficina de Inmigración filipina en un comunicado.
La monja, que trabaja como misionera en el país asiático desde hace 27 años, fue retenida en las dependencias de la Oficina de Inmigración hasta su puesta en libertad cuando las autoridades comprobaron que tenía su visado en regla.
El caso se someterá a una investigación y las autoridades podrían presentar cargos contra Fox, considerada “persona extranjera non grata” por supuestamente haber tomado parte en manifestaciones políticas, explicó a los medios su abogado, Jobert Ilarde Pahilga.
Tras ser liberada, la religiosa reconoció haber participado en actos en favor del “derecho a la tierra de los agricultores” y “la liberación de presos políticos”.
“Apoyar y defender a los pobres es parte de nuestro deber como religiosos (…) No he tomado parte en manifestaciones políticas en términos partidistas, pero he participado activamente en asuntos de derechos humanos”, explicó Fox a medios locales.
En las últimas dos décadas y media la religiosa ha llevado a cabo numerosas actividades en defensa de los derechos humanos y de ayuda a los más desfavorecidos en varias regiones, según la Conferencia Episcopal de Filipinas, que condenó la detención.
El incidente “podría ser un signo de la tendencia del Gobierno a no aceptar crítica alguna”, expresó en una entrevista televisada el obispo auxiliar de Manila, Broderick Pabillo, tras visitar a la misionera en las dependencias de Inmigración.
“Lleva haciendo lo mismo durante muchos años, ¿por qué la detienen ahora?”, se preguntó Pabillo, en referencia al inusual arresto de la misionera.
La portavoz de la Oficina de Inmigración, Antonette Mangrobang, recordó que la ley prohíbe a cualquier extranjero participar en actividades políticas, sin importar cuál sea su signo.
Por otro lado, el subsecretario general del Partido Socialista Europeo, Giacomo Filibeck, fue detenido el domingo y expulsado hoy del país por participar en un foro sobre derechos humanos.
Filibeck formó parte en 2017 de una misión internacional donde se denunciaron los asesinatos en la campaña antidroga que promueve el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte.
EFE