Estados Unidos decidió este lunes poner fin a las exportaciones de componentes para el gigante chino de las telecomunicaciones ZTE, debido a las declaraciones fraudulentas que dio durante una investigación en su contra por haber violado el embargo contra Irán y Corea del Norte.
En marzo de 2017, Estados Unidos multó en 1.200 millones de dólares a ZTE por violar su prohibición de exportar a estos dos países, sancionados por sus programas militares y violaciones a los derechos humanos.
Si bien ZTE se declaró culpable en 2016 de haber enviado a Irán y Corea del Norte equipamientos estadounidenses, los investigadores de departamento de Comercio descubrieron que dio declaraciones falsas sobre las medidas que debería haber tomado contra dirigentes de la empresa.
“ZTE dio falsas declaraciones al gobierno estadounidense cuando fue inicialmente descubierta y (…) dio falsas declaraciones durante la prórroga que se le había dado y dio falsas declaraciones de nuevo durante el periodo de prueba”, dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross, en un comunicado.
Según el departamento, la empresa escondió el hecho de haber entregado bonificaciones a los empleados que participaron en ese comercio “ilegal”.
“ZTE engañó al departamento de Comercio. En lugar de reprender a su personal y alta gerencia, ZTE los recompensó. Este comportamiento deliberadamente dañino no puede ser ignorado”, añadió Wilbur Ross.
La suspensión de las exportaciones significa que ZTE no puede recibir más componentes estadounidenses para integrarlos a sus equipos.
El año pasado, las autoridades estadounidenses afirmaron que entre enero de 2010 y marzo de 2016, ZTE envió a Irán equipos estadounidenses para redes de telefonía celular por un monto de 32 millones de dólares.
Asimismo, en ese período realizó 283 embarques de teléfonos celulares a Corea del Norte, con pleno conocimiento de las autoridades de la empresa.
ZTE, la mayor compañía de telecomunicaciones de China y la cuarta del mundo, utilizó terceras empresas para esconder la exportación de componentes estadounidenses a países sancionados.
También escondió la información al “sanear base de datos” sobre sus ventas, borró correos electrónicos de los empleados involucrados en este proceso y pidió a sus trabajadores firmar acuerdos de no divulgación sobre las exportaciones ilegales.
La investigación, que duró cinco años, fue revelada inicialmente en marzo de 2016.
ZTE también está bajo la mira de las autoridades de Reino Unido que este lunes advirtieron a los operadores de telecomunicaciones británicas susceptibles de trabajar con el grupo chino.
El Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC) advirtió en un comunicado que el uso de equipamientos ZTE es un riesgo para la seguridad nacional de Reino Unido, sin brindar más detalles al respecto. AFP