Unos 50 migrantes centroamericanos, que iniciaron una larga travesía desde el sur de México a finales de marzo acompañados por cientos de personas, llegaron a la frontera con Estados Unidos, pese a las amenazas del presidente Donald Trump de enviar a la Guardia Civil para impedirles el paso.
Los integrantes de la llamada Caravana Migrante, la mayoría de ellos hondureños, comenzaron a llegar el miércoles a la fronteriza ciudad de Tijuana, donde algunos ya han solicitado asilo a las autoridades estadounidenses, algo que tenían previsto desde que iniciaron la travesía en Tapachula, Chiapas.
“Desde ayer algunos comenzaron a cruzar a Estados Unidos para entregarse desde Tijuana y solicitar asilo. Tenemos entendido que más buscarán lo mismo” dijo a Reuters José María García, director de la organización Juventud 2000, lugar al que llegaron los migrantes.
García explicó que para los próximos días esperan la llegada de más integrantes de la caravana que actualmente se encuentran atascados en estados del centro del país, desde donde viajan en autobuses o montados en los techos de los trenes poniendo en riesgo su vida.
“Nosotros los vamos a seguir recibiendo y será decisión de ellos si se quedan en el país o se van. Algunos llegaron enfermos”, comentó.
El avance del movimiento, que empezó con cerca de 1.500 integrantes, provocó la ira de Trump, que acusó a México de permitir la migración ilegal e incluso desató una serie de amenazas, como enviar centenares de guardias nacionales a la frontera sur de su país.
Cada año, miles de migrantes -sobre todo centroamericanos- se arriesgan a cruzar México para llegar a Estados Unidos en un trayecto en el que se producen asesinatos, secuestros y episodios de abuso sexual. Reuters