El comercio colapsó y la escasez empezó a ser evidente en Managua y varias ciudades del Pacífico de Nicaragua, en el quinto día de manifestaciones contra el Gobierno por decisiones económicas y sociales que dejan ya al menos 27 muertos, según datos de ONG.
Al saqueo en los supermercados y tiendas se unió la avalancha de personas que han recurrido a los establecimientos para comprar alimentos este domingo para aprovisionarse de reservas.
Las góndolas (anaqueles) de la mayoría de supermercados se vaciaron antes de este mediodía debido a las miles de personas que se acercaron para comprar todo tipo de víveres.
Quienes quisieron sacar su dinero de los cajeros electrónicos no lo lograron debido a que habían sido desconectados o destruidos.
Las gasolineras que permanecían abiertas atendían largas filas de automóviles cuyos dueños estaban desesperados por llenar sus tanques de combustibles.
Familias de la clase social media alta que no encontraban comercios abiertos se salían de las carreteras para realizar sus compras en pulperías donde jamás se habían detenido.
Vecinos de diferentes barrios se enfrentaron a garrotazos contra supuestos miembros de la Juventud Sandinista y otros grupos afines del Gobierno, a quienes señalaban de ser los saqueadores.
En los noticieros oficialistas se informaba que “grupos de la derecha” realizaban saqueos masivos, mientras la gente en las redes sociales reclamaba que la Policía reprimía a los manifestantes pero no hacía nada por impedir los saqueos.
Se han colgado en las redes fotos y vídeos de agentes policiales cargando cajas con productos de supermercados invadidos.
Un mensaje el sábado del presidente Daniel Ortega aceptando dialogar con los empresarios sobre de las reformas a la seguridad social, el tema que detonó las protestas, lejos de calmar los ánimos los avivó debido a que los manifestantes no se identifican con ninguna de las partes.
Las protestas contra Ortega iniciaron el miércoles pasado por unas reformas a la seguridad social que elevan las cuotas, reducen las pensiones y establece la cotización perpetua.
Sin embargo la población también reclama en la calle por supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al Gobierno, y el discurso oficial de “paz y reconciliación” que supuestamente no refleja la realidad del país.
Soldados del Ejército de Nicaragua se mantienen desplegados en varias ciudades por segundo día tras una noche de enfrentamientos y vandalismo, que se recrudece cada día.
Los hechos violentos han cobrado al menos 27 vidas, incluyendo las de un periodista muerto de un tiro fulminante, un adolescente y un policía, según organizaciones humanitarias, aunque el Gobierno solo ha informado de 10 fallecidos y lo hizo el viernes pasado.
También hay más 100 heridos y se desconoce el número de detenidos. EFE