Se suele decir que en Asia ocurren cosas incomprensibles y excéntricas, desde las lo más repugnante, hasta lo más tierno: Particularmente, en Japón se celebran tradiciones, las cuales para los que estamos en occidentes pueden resultar curiosas y fascinantes, y los 28 de abril de cada año, en el país del sol naciente se celebra un concurso de “llanto de bebés Sumo“.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
No es un certamen común, tiene un propósito más profundo de lo que parece. De acuerdo con la tradición, el llanto es saludable para los bebés, asimismo, ahuyenta a los malos espíritus.
Más de 160 infantes formaron parte de la jornada que se llevó a cabo en el mítico templo de Sensoji, ubicado en la capital nipona, Tokio.
Las bases del campeonato son simples: Dos sumos amateur levantan a un nené cada uno sobre un círculo trazado en una plataforma para ser asustados por un juez con gestos y máscaras que, obligan a los pequeños a romper en llanto.
Posteriormente, el volumen de los quejidos es medido por otros jueces que se encuentran fuera de la circunferencia y que deciden cuál es el más ruidoso.