“La gravedad de la afectación en su calidad de vida que han experimentado los profesores universitarios, va más allá de que los sueldos no compensan el honroso trabajo desempeñado, pues a esta situación se le agregó el descuido felón en la protección social que muy bien puede ejemplificarse con el sistema de salud (SISMEU) que para el sector universitario inventó el gobierno, supuestamente para resguardar los recursos que se llevaban clínicas especuladoras. Esto ha significado la pérdida casi absoluta de la protección social, dado el caso que ahora los profesores no podemos tener ingreso a las clínicas indispensables o de nuestro parecer, sino aquellas que el SISMEU acepta, muy limitadas en número y capacidades de atención. Los profesores no somos recibidos por ejemplo en ninguna clínica tipo A. De esta forma, hemos perdido la protección social que se nos debe brindar”, señaló hoy el profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB).
Nota de prensa
Agregó Anseume: “Igualmente, el examen integral de salud que está estatuido en el mamotreto insignificante, engorroso y rocambolesco que llaman Convención Colectiva Única, no ha podido administrarse en ninguna universidad venezolana. Eso pareciera estar puesto allí como adorno engaña bobos, justo lo que los universitarios no somos. En realidad, la incomprensión del gobierno en cuanto a la realidad universitaria van mucho más allá de su mala idea acerca de lo que un profesor universitario significa en la vida nacional y de la compensación en sueldos que merece. El desamparo de los profesores y de todos los trabajadores universitarios es aterrador. Al igual que la gran mayoría de nuestros compatriotas, somos víctimas de la desgracia económica actual, fraguada desde el poder, en procura de hacer más miserable cada día a la población trabajadora. Aspectos como los relacionados con las fallas e inconsistencias del SISMEU no constituyen sólo un problema universitario: involucran a todos los trabajadores del país. Hay una profunda brecha entre el trabajo y la compensación que los venezolanos recibimos en contraprestación”.
Por su parte, el profesor Luis Buttó, Secretario General de la APUSB, indicó: “Se ha producido un retroceso mayúsculo en todo lo concerniente a la protección social de los profesores y demás trabajadores universitarios, en desconocimiento de las leyes y de los Derechos Humanos y laborales, varios de ellos recogidos en disposiciones internacionales de las cuales Venezuela es signataria, razón por la cual tienen rango constitucional en nuestro país. En el caso concreto de los medicamentos y su cobertura el deterioro ha sido inconmensurable. El monto dispuesto mensualmente para medicinas por el SISMEU es indignante: apenas un
1.000.000 de bolívares, en caso de que tal medicamento se consiga en las escasas farmacias afiliadas al sistema. Esto es presentado como un gran logro del gobierno revolucionario. La falacia en este sentido salta a la vista. Se juega con la salud de los universitarios y sus familias. En aspectos como éste, deja mucho que desear la supuesta atención que el SISMEU pregona como inigualable”.
Finalizó Buttó: “El apoyo para adquisición de lentes y servicios odontológicos sería risible, de no ser dramático por insuficiente. No hablemos de hospitalización, cirugía y maternidad. Los montos asignados constituyen una burla de cara a las necesidades de los universitarios, iguales a las de todos los venezolanos. Hoy, reiteramos lo que la APUSB alertó en reunión sostenida
en el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, a la cual fuimos convocados los integrantes de la FAPUV cuando se creó el SISMEU: la improvisación en torno un tema tan sensible para la comunidad universitaria como lo es la protección de la salud, y el centralismo desmedido que implicaba dejar en manos de ese ministerio los complejos problemas asociados, se traduciría inevitablemente en la desprotección social de los profesores y de todos los trabajadores universitarios. Lamentablemente, así ocurrió. Estamos sufriendo las nefastas consecuencias de esa irracional medida, que debe ser revertida a la brevedad posible, para que la atención integral en materia de salud de los profesores universitarios retorne completamente a los respectivos institutos de previsión social”.