El Hospital Vargas de Caracas colapsó debido a la escasez de medicinas e insumos y el deterioro de los servicios. Los empleados de la salud y familiares de pacientes de este recinto se unieron este jueves a la jornada de protestas convocada en todo el país; y les abrieron las puertas a los medios de comunicación, pese a los ataques de colectivos afectos al Gobierno de Nicolás Maduro, que no tardaron en llegar al centro.
LaPatilla.com tuvo acceso a los pasillos y servicios del recinto médico para corroborar las denuncias de los pacientes y personal de la salud. Los ciudadanos se quejaron por la falta de medicinas, mientras que los trabajadores denunciaron la situación sin miedo a represalias por parte de la directiva.
Las agresiones a la prensa continúan. El Gobierno sigue empeñado en silenciar la voz de los periodistas y dejar a los venezolanos “a la buena de Dios”, sin información ni canales de denuncias sobre lo que ocurre en los hospitales.
Colectivos al acecho
“Visitamos la morgue, el quirófano, el post operatorio, los consultorios e incluso hicimos entrevistas a los doctores, y fue en ese momento cuando escuché que alguien dijo: ‘Ahí están los colectivos’”, narró la periodista Raylí Luján, de Venezuela Al Día.
Efectivamente, era cierto el comentario. El camarógrafo Juan Peraza, de LaPatilla.com, relató que “llegaron dos camionetas llenas de colectivos que estaban vestidos con camisas de Héctor Rodríguez y Nicolás Maduro. Ellos entraron al hospital tipo comando y armados”.
Luego de su llegada, los periodistas aseveraron que los grupos armados corrieron hacia la prensa y los acorralaron, momento en el que hubo un forcejeo entre los familiares y los agresores. Mientras sucedía esto, los médicos les pidieron que se quitaran las prendas y que guardaran los equipos porque estaban bajo observación.
Una vez más, desde LaPatilla.com pedimos respeto a todo el gremio periodístico que día a día sale a trabajar sin saber que puede ocurrir. También le exigimos al Ejecutivo desmantelar estos grupos paramilitares que atentan contra los periodistas y los ciudadanos que esperan un cambio en el país.