“Todo el poder para los Clap” repite con frecuencia el presidente Nicolás Maduro en sus alocuciones, y el dominio de esas instancias ha ido creciendo con los decretos de emergencia económica y la ley que les aprobó la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), publica Crónica Uno.
El poder va en ascenso. El Plan de la Patria 2025 —que prevé las líneas a seguir por Maduro de continuar en la presidencia después del 20 de mayo— ratifica que el Gobierno intentará afianzar los controles en distribución y abastecimiento a través de los Clap.
Los Clap se crearon a mediados de 2016 con el fin de despachar bolsas y cajas de comida. Para ese objetivo el Ejecutivo ordenó a las empresas de alimentos y de artículos de higiene personal vender 50 % de la producción a los Comités, sin embargo, algunas industrias tienen que ofrecer hasta 70 % a precio regulado.
Para mantener esa estructura, la producción nacional no ha sido suficiente, porque las empresas están a un tercio de su capacidad, y el Gobierno importa a través de terceros artículos de México, Colombia y Brasil.
Adicionalmente, esas instancias están dentro de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y pueden participar en la distribución de los rubros y en el Plan de la Patria 2025 está previsto que esa injerencia sea mayor.
El texto señala que “se debe desarrollar con los Clap una nueva lógica del sistema de distribución y producción alternativa y complementario a la normalización del sistema comercial tanto público como privado”.
Se añade que tiene que existir que “un nuevo sistema de producción, distribución y comercialización de insumos industriales alterno al existente y bajo control del Estado, que permita evitar posibles perturbaciones en el sistema productivo nacional”.
Los Clap operan en conjunto con los entes oficiales.
Además del despacho, el dominio llega a los precios. Ya los Clap apoyan a la Superintendencia de Derechos Socioeconómicos (Sundde) en las fiscalizaciones y la Ley de los Clap permite a los Comités tener fiscales populares para la inspección de los precios.
El Plan detalla que se debe “implementar un sistema de precios justos que disminuya la discrecionalidad y abuso de actores en el sistema económico”, y agrega que tendrá que “desarrollarse una plataforma social con los Consejos Comunales y CLAP para el seguimiento, en conjunto con la milicia, del combate contra la especulación y acaparamiento en el marco de los programas de la Gran Misión Abastecimiento Soberano”.
El jefe de Estado ha insistido en que los Clap tienen que producir, y esas líneas están en el documento que regiría los próximos seis años.
Se establece que es necesario “transferir el control sobre espacios productivos abandonados y tierras ociosas en la comunidad a los Clap y apoyar el desarrollo de la infraestructura para un nuevo sistema de distribución en espacios de almacenaje, cadena de frío, en una lógica integral a las distintas escalas”.
Los Clap operan en conjunto con los entes oficiales.
Además del despacho, el dominio llega a los precios. Ya los Clap apoyan a la Superintendencia de Derechos Socioeconómicos (Sundde) en las fiscalizaciones y la Ley de los Clap permite a los Comités tener fiscales populares para la inspección de los precios.
El Plan detalla que se debe “implementar un sistema de precios justos que disminuya la discrecionalidad y abuso de actores en el sistema económico”, y agrega que tendrá que “desarrollarse una plataforma social con los Consejos Comunales y CLAP para el seguimiento, en conjunto con la milicia, del combate contra la especulación y acaparamiento en el marco de los programas de la Gran Misión Abastecimiento Soberano”.
El jefe de Estado ha insistido en que los Clap tienen que producir, y esas líneas están en el documento que regiría los próximos seis años.
Se establece que es necesario “transferir el control sobre espacios productivos abandonados y tierras ociosas en la comunidad a los Clap y apoyar el desarrollo de la infraestructura para un nuevo sistema de distribución en espacios de almacenaje, cadena de frío, en una lógica integral a las distintas escalas”.
El avance con las monedas comunales está previsto en el programa.
Entre 2007 y 2011 el Gobierno impulsó en diversas zonas del país el uso de las monedas comunales. Luego en diciembre del pasado año una comuna en el 23 de enero emitió una moneda para la compra de arroz, en Elorza (estado Apure) se empleó una moneda comunal en las fiestas, y recientemente, la Alcaldía Libertador emitió el Caribe, moneda comunal que se usó para adquirir bolsas de comida.
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