20 años de chavismo han sido escenario para que tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro, hayan incurrido en los actos más vandálicos perpetrados contra un pueblo, que esperanzado en la idea de un cambio, se embarcó en el supuesto proyecto bolivariano izado en 1998, que según su protagonista principal tenía como objetivo central, la reivindicación y redención de los desposeídos, la participación protagónica del pueblo, la lucha contra la corrupción y el peculado, la profundización de la democracia, la defensa de la soberanía nacional y la refundación de la república, para que esta se desarrollara y se pusiera a la altura de las grandes naciones del mundo, en cuanto a crecimiento económico, bienestar social, servicios públicos de calidad y un estado moderno y eficiente que fuese garante de los derechos fundamentales de los ciudadanos venezolanos.
Contrario a todos esos postulados de campaña, el balance es sencillamente catastrófico, porque el bienestar que teníamos y los derechos de los cuales éramos acreedores y beneficiarios, hasta la llegada de estos desalmados al poder, se han ido esfumando y han sido amputados de manera sistemática y paulatina, al punto que: El derecho a la salud está prácticamente desaparecido, porque los hospitales y ambulatorios están técnicamente desolados por falta de medicinas y también de médicos que han tenido que huir del país azotados por la crisis creada por el régimen; el derecho a la alimentación es una utopía, ya que quebraron la producción nacional, una parte de la población depende de una bolsa de alimentos de mala calidad que compran fuera, otros venezolanos pasamos el día tratando de comprar alimentos a precios inaccesibles y el resto buscando en la basura para “alimentarse”; el derecho a la vida no existe, porque han sembrado odio en la sociedad, armaron a la población y la delincuencia común y organizada liquida 30.000 ciudadanos cada año, amén del resto de los delitos de atracos, vacunas, secuestros, tráfico de drogas, que se apropiaron de Venezuela; el derecho al voto libre fue conculcado desde que entre los activistas, fanáticos y simpatizantes del chavismo “nombraron” una supuesta constituyente, que se ha convertido en la espada de Damocles y verdugo del sistema democrático y de las elecciones libres. Si a esto agregamos la pulverización del Bolívar que desde su instauración en tiempos de Guzmán Blanco nunca le habían quitado ceros, hasta la llegada del chavismo que le ha arrebatado 6, la destrucción de los servicios de agua y energía eléctrica, de las carreteras y del sistema de transporte terrestre, marítimo y aéreo, no queda otra conclusión, que al cometerse el fraude de las supuestas elecciones presidenciales del 20 de mayo, que son desconocidas por la gran mayoría de los venezolanos y por casi toda la comunidad internacional, Maduro estaría perpetrando el delito que convertirá a Venezuela en un ESTADO FALLIDO, porque los factores que lo determinan, están totalmente contemplados en la realidad que estamos viviendo: 1. Presión demográfica creciente 2.movimiento masivo de refugiados y desplazados 3. Descontento grupal u búsqueda de venganza 4. Huida crónica y constante de población 5.crisis económica aguda o grave 6.desarrollo desigual entre grupos 7. Criminalización y deslegitimación del estado 8. Deterioro progresivo de los servicios públicos 9.violación extendida de los Derechos Humanos 10. Aparato de seguridad que supone un estado dentro del estado 11. Ascenso de élites faccionalizadas y 12. La intervención de otros estados (Cuba) o factores externos.
“Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes”PSB
Por Lic. Pedro Segundo Blanco ex parlamentario del estado Sucre
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