El Eintracht Fráncfort del español Omar Mascarell sorprendió este sábado al Bayern Münich y ganó la Copa de Alemania al imponerse en la final ante los bávaros por 1-3 gracias a dos goles de contraataque del croata Ante Rebic y a otro del bosnio Mijat Gacinovic, también de contragolpe, en el último instante.
El gol del Bayern lo marcó el polaco Robert Lewandowski en medio de un partido en el que el Eintracht, en el que el tinerfeño Mascarell -formado en el Real Madrid y que también jugó en el Real Sporting de Gijón- es una de las piezas clave, logró controlar al Bayern a través de un gran despliegue físico.
El final fue polémico, por un posible penalti de Kevin Prince Boateng -ex jugador de Las Palmas- contra el español Javi Martínez, antes del gol de Gacinovic, que el árbitro Felix Zwayer desestimó tras revisar las imágenes de video.
En el segundo gol del Eintracht, por lo demás, también fue consultado el VAR, sin que se llegara a anular el tanto.
El triunfo del Eintracht impidió que el Bayern despida a su entrenador Jupp Heynckes con el doblete.
El entrenador del Eintracht, Nico Kovac, logró por su parte, un último triunfo antes de asumir el Bayern al que dirigirá la próxima temporada.
El Eintracht salió al campo en plan de tratar de maniatar al Bayern, de no darle espacios y estar permanentemente acosando al jugador que llevaba la pelota.
En los primeros tres minutos logró incluso, recurriendo a la presión adelantada, mantener el balón en la mitad del Bayern.
Después, el Bayern se sacudió; tuvo el balón también algunas aproximaciones y una gran ocasión en el minuto con un lanzamiento de falta de Lewandowski que se estrelló contra el larguero.
Sin embargo, el Eintracht seguía siendo asfixiante en la marca lo que llevó a una pérdida de balón de James Rodríguez que fue el punto de partida para un contragolpe que aprovechó Ante Rebic para abrir el marcador para el club de Fráncfort.
El Bayern trataba de jugar y generó algunas ocasiones pero era claro que el Eintracht había logrado su propósito de que el equipo de Jupp Heynckes no se sintiera cómodo en el campo.
Para ello, los dirigidos por Nico Kovac fueron por momentos el límite del reglamento recurriendo con frecuencia a faltas tácticas en diversos sectores del campo.
Justo cuando el Bayern parecía más atascado vino la jugada que llevó al empate parcial marcado por Robert Lewandowski en el minuto 53, con un remate desde el centro del área a centro de Joshua Kimmich desde la derecha.
Tras el gol, hubo una fase en que parecía que el Bayern fuera a asumir el control pero el Eintracht siguió jugando de igual a igual.
El Bayern tenía la pelota y generaba algunas ocasiones -las más claras las tuvieron Lewandowski en el 76 y Hummels en el 80 con un cabezazo al larguero-, pero en el 82 vino el segundo gol de Rebic.
El Bayern reclamó una mano previa de Boateng, el VAR fue consultado, Zwayer revisó las imágenes y consideró que la mano había sido involuntaria.
Los minutos finales, entre ellos cuatro de descuento, fueron dramáticos, con el Bayern metido en el campo del Eintracht.
La última secuencia se inició con la posible falta dentro del área de Boateng contra el navarro Javi Martínez, desestimada por el árbitro. En el saque de esquina siguiente, con todo el Bayern metido en el área del Eintracht, incluido el portero Sven Ulreich, el conjunto de Francfort recuperó la pelota y Gacinovic tuvo vía libre hacia la portería contraria, anotando el definitivo 1-3 que daba la Copa al equipo de Mascarell.
EFE