La crisis de Venezuela es uno de los temas centrales del debate presidencial colombiano por el temor que causa en muchos electores un triunfo de la opción que representa el izquierdista Gustavo Petro, simpatizante declarado del chavismo y de la revolución bolivariana.
Los colombianos no son ajenos al drama de los venezolanos pues más de 660.000, según datos oficiales, se han establecido en el país, muchos de ellos en forma precaria o haciendo trabajos informales, lo que ha incrementado la sensibilidad hacia esa crisis.
Según una encuesta del pasado domingo de la firma Invamer para la revista Semana y otros medios, el 50,1 % de los consultados “cree que Colombia en un futuro puede estar en la misma situación que Venezuela”.
En época de elecciones ese fantasma ha sido azuzado por los candidatos de la derecha, el uribista Iván Duque, del partido Centro Democrático y líder en las encuestas de intención de voto, y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras.
El argumento es que con Petro, Colombia puede iniciar el camino para convertirse en “una segunda Venezuela”, según los uribistas, posibilidad que aunque remota, causa intranquilidad a buena parte del electorado.
Duque, apoyado por los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, consideró en una entrevista con Efe en febrero pasado que en estas elecciones se enfrentan dos “modelos de país”, uno de los cuales conduce inevitablemente a “acabar como Venezuela”.
Esa percepción se basa tanto en el pasado de Petro como guerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19) como en su cercanía y amistad con el régimen venezolano, por lo cual Uribe se refirió a él recientemente como “el discípulo amado de Chávez”.
Por su parte, Vargas Lleras, vicepresidente de Colombia entre 2014 y 2017, cree que el programa de Gobierno de Petro está basado en “un modelo de izquierda populista” y que algunas de sus propuestas, como hacer expropiaciones, llevaron a Venezuela a la crisis.
“Así empezó, aunque él (Petro) no lo quiera reconocer, el régimen de Chávez: expropiando, desplazando, comprando por cifras irrisorias, destruyendo el aparato productivo”, dijo Vargas Lleras ante una idea de Petro de presionar a dueños de ingenios azucareros para que vendan sus tierras.
Petro ha intentado desmarcarse del régimen venezolano con algunas críticas al gobierno de Nicolás Maduro, pero en la campaña han sido desempolvados vídeos en los que defiende la revolución bolivariana y califica a Chávez como “un gran líder latinoamericano”.
Tampoco lo ayuda el haber sido acusado de recibir financiación del Gobierno venezolano, extremo que de confirmarse constituiría un delito ya que la legislación colombiana prohíbe a las campañas políticas recibir dinero de donantes extranjeros.
Como enlace en esta supuesta financiación, la prensa colombiana señala a un empresario de Barranquilla que engrosó su fortuna gracias a contratos para el suministro de alimentos al Gobierno de Maduro.
La relación con Venezuela es otro tema de la campaña, principalmente tras el triunfo de Maduro en las elecciones del pasado domingo.
Todos los candidatos, incluidos el propio Petro, los centristas Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, y Humberto de la Calle, del Partido Liberal, han rechazado el resultado.
“He reiterado una y otra vez que estamos en Venezuela con una dictadura del siglo XXI, no se ha respetado la democracia”, dijo Fajardo con una contundencia poco habitual en él tras las elecciones.
El próximo presidente colombiano tendrá también entre sus retos atender la compleja situación humanitaria derivada de la llegada masiva de venezolanos, especialmente en las regiones fronterizas.
Los candidatos coinciden en que debe buscarse ayuda internacional para enfrentar esa crisis que ya ha provocado desórdenes, principalmente en la ciudad fronteriza de Cúcuta donde centenares de ellos duermen en las calles porque no tienen alternativa.
“Frente a Venezuela es necesario mantener el carácter humanitario. Hay que reconocer que la fuente del problema es Maduro: es un dictador que viola la Carta Democrática y que hay que confrontar por medio de la diplomacia y los organismos multilaterales”, manifestó De la Calle este martes.
El candidato liberal, que negoció la paz con las FARC, considera que Colombia no debe cerrarle la puerta a los migrantes pero sí tiene que buscar que Maduro, a quien considera un “dictador”, sea llevado a juicio en la Corte Penal Internacional (CPI). EFE