El vuelo de Transavia HV5666 a Ámsterdam debió desviarse cuando los pasajeros no soportaron el hedor de un hombre que “parecía no haberse lavado en semanas”.
Olía tan mal que otros pasajeros comenzaron a desmayarse y a vomitar después de que el vuelo despegara de Gran Canaria en España.
La tripulación intentó ponerlo en cuarentena en uno de los baños del Boeing 737 antes de que los pilotos se vieran obligados a desviar el vuelo. Pero aún así debieron aterrizar en Faro, en el sur de Portugal, para que el maloliente hombre pudiera ser retirado del vuelo.
“La gente vomitaba, cayó enferma (…) El hedor era gigantesco. El hombre olía fatal. Desde que llegó al pasillo, la gente comenzó a gritar y se puso a buscar pañuelos para tapar las nariz”, reveló uno de los pasajeros a bordo del pestilente vuelo.
Según declaró Piet Van Haut, otro de los pasajeros, al diario holandés De Telegraaf, “los de las últimas seis filas huyeron hacia la parte de adelante. La tripulación sacó botellas de perfume para rociar el avión, pero el horrible olor no desaparecía”.
Después del aterrizaje de emergencia, el pasajero fue sacado a la fuerza del avión y trasladado a una ambulancia. “Un equipo de limpieza tuvo que venir para limpiar todo el avión. Solo entonces podríamos continuar el trayecto. Finalmente llegamos a Ámsterdam dos horas tarde”, agregó el testigo.
Transavia confirmó el aterrizaje de emergencia pero solo confirmó que se debió a “razones médicas”.
No es la primera vez que la aerolínea low cost tiene un problema relacionado con el “olor”… En febrero pasado, las flatulencias de un pasajero desataron una pelea en pleno vuelo y obligaron a un aterrizaje de emergencia.
Vía: Infobae