Decenas de miles de personas se congregaron el viernes en la playa de Tel Aviv para la que se considera la mayor Gay Pride de Oriente Medio, reseña AFP.
Música, trajes de lentejuelas y globos invadieron las calles de la ciudad, que desde hace 20 años alimenta la imagen de un oasis de tolerancia para la comunidad LGTB.
Las banderas arcoiris ondeaban en cafés, comercios y farolas de la ciudad, centro económico de Israel que desde finales de mayo acoge a decenas de miles de turistas que viajaron especialmente para la ocasión.
“Con todas estas banderas, ya me siento como en casa”, decía Jimmy Chan, de 39 años, procedente de China. “Ver este desfile en un país tan religioso nos hace sentirnos más unidos como comunidad”, agregaba.
Los organizadores esperaban recibir al menos tantos participantes como en la edición 2017, cuando desfilaron 200.000 personas.
Israel es el país más avanzado de la región en términos de derechos para la comunidad LGTB, incluso en el seno del ejército.
Pero una parte de la comunidad de homosexuales, bisexuales y transexuales, contraria a la ocupación israelí de los Territorios Palestinos, denuncia que Israel utilice su causa para darse buena imagen.