La oposición política venezolana, se encuentra en una situación de apatía, la sociedad civil ha sido golpeada por las mentiras del régimen, y por un sector de la misma oposición, ya no existe credibilidad en el sistema electoral, pero tampoco en algunos partidos políticos opositores francamente oxidados, incluido ya el del régimen, lo cual se traduce en una ruptura del papel de intermediación entre esas instituciones que deben poseer con el Estado y por ende, con el régimen. Por tanto, se hace imprescindible que para rescatar la democracia debe existir una balanza entre la oposición política frente al desgobierno existente que afecta negativamente al ciudadano en general. En ese sentido, el escenario político actual del país, se puede resumir mediante la explicación de los siguientes aspectos fundamentales.
1. Errar es de humano rectificar es de sabios, vivir equivocado es de necios, por decir lo menos. Por tanto, es conveniente, urgente y necesario para la oposición innovar la línea política, renovar estrategias que nos puedan llevar con éxito hacia una conexión con la gente disgregada por la desesperanza y la soledad.
2. Ante un régimen que tiene el 90% del control político del país a pesar de sólo contar con el 10% de apoyo popular, llegó al momento de rectificar, para la búsqueda de un liderazgo emergente con “nuevos hombres, nuevas ideas” que nos conduzcan a la vanguardia de la oposición.
3. Los venezolanos seguimos muy mal, sólo en unidad se puede vencer la ingobernabilidad, por eso, “La unida es la #Clave.” El verdadero dialogo que espera el ciudadano es entre todos los factores opositores, se debe dar de caras a la gente, demandó montar una mesa de diálogo entre todo los opositores, debe ser entre todos personalidades y dirigentes de la sociedad civil, donde todos puedan agregar su punto de vista: Universitarios, trabajadores, intelectuales orgánicos, gremios de profesionales, de campesinos, de pescadores, de la cultura, del empresariado, de los jóvenes, de los pensionados, en fin, de toda la sociedad.
Arbitrado por la Conferencia Episcopal.
4. Llego el momento de pedir disculpas, de renuncias de los dirigentes que se equivocaron en la forma de conducir la política unitaria y que tienen años engañando al ciudadano de bien que desean un cambio para avanzar.
5. La oposición como una Unidad es una fuerza, desunida sólo es una opción mínima, hasta cuando lo digo, sólo los necios no cambian de opinión. Sobre todo frente a un régimen que utiliza todo el poder del sistema comunicacional del Estado para la propaganda política y convertir a los desposeídos en sumisos frente a las dadivas del régimen.
6. Si continuamos divididos, cultivando la ineficaz abstención que resultó ser un gran negocio para muchos, el régimen seguirá en “principio” ganando elecciones y sería muy grave permitir el efecto 90-10 (10% de burocracia, gobernando al 90% de la sociedad).
7. Es hora de apuntar correctamente, es oportuno de evaluar la situación de la oposición, diseñar un plan estratégico, con nuevas acciones, interpretar adecuadamente las debilidades del régimen (que son muchas), y estructurar los nuevos objetivos políticos mediante tácticas racionales, objetivas, puntuales, los venezolanos lo requerimos y frenar la cubanización del país en todos los sentidos.
En torno a esa meta, toda la sociedad debe participar para capitalizar el descontento popular. Debemos repensar la unidad para la victoria ante un ciudadano que no aguanta más, que pide un cambio de rumbo, que desea participar y emprender un acompañamiento a nivel político, estratégico y táctico.
@joaquinchaparro