Ayer se dio inicio al mundial de Fútbol Rusia 2018. Desde ayer 14 de junio hasta el 15 de julio próximo, el furor del mundial Rusia 2018, se apodera del planeta y Venezuela no es la excepción.
Es evidente que estos 30 días del mundial de fútbol la atención de la gente estará puesta en el balonpie, y el gobierno nacional tendrá un respiro momentaneo, al tiempo que la población aprovechará la fiebre del mundial para abrir una válvula de escape y drenar brevemente, su angustia ante una realidad económica aplastante y una crisis social que nos toca a todos; una hiperinflación superior al 24 mil porciento, con una tasa de crecimiento inflacionaria diaria del 2,5% calculada por la Asamblea Nacional. Sin duda la inflación más alta del mundo, algo que ningún bolsillo aguanta.
Con el mundial de futbol ó sin el mundial; lo cierto es que vamos aceleradamente rumbo al precipicio y al gobierno pareciera no importarle nada.
La realidad más dura está en la calle. Realidad que muchos gerarcas no viven, la escuchan pero no la sienten en carne propia, como la sufrimos quienes desde abajo nos enfrentamos a una realidad que es desconocida por importantes e influyentes factores del poder político y economico del país, que la entienden por que leen estudios de opinion; pero no la conocen. El país se les deshizo al gobierno en las manos y muchos altos funcionarios del socialismo lo saben. Y Maduro en su jaula de cristal, divorciado de la realidad, lleno de aduladores, aún no termina de abrir los ojos y reencontrarse con esta brutal y cruel realidad.
No quiero ser alarmista, pero debo expresar con claridad lo que pienso; y en mi críterio, por el camino que nos lleva el gobierno, vienen meses de hambruna, tiempos muy complejos y dificiles para los venezolanos.
Quienes amamos esta tierra, ancha, buena y generosa; aspiramos que se construya una salida constitucional a la dramática situación que estamos viviendo. Sí desde el alto gobierno no se le pone freno a esta locura, al radicalismo, al amor al poder, y se siguen repitiendo los errores de forma continuada y sostenida, de manera irreflexiva y sin ánimos ni voluntad política para la rectificación tenemos un futuro muy pero muy oscuro. Pido a mi Dios, se apiade de los venezolanos, porque estarían desde el gobierno, lanzando a los venezolanos graficamente desde un avión, sin paracaídas y con una caja de herramientas al hombro que impactará sin pronósticos visibles.
Esto es un llamado de atención para quienes dirigen el gobierno nacional, es un llamado de atención para Maduro y también para muchos miembros de la alta dirigencia opositora de Venezuela.
Llegó la hora de pensar en grande, de pensar en venezuela y en los venezolanos.
Hay que poner a un lado y de una vez por todas, las calculadoras políticas. Este país lo salvamos entre todos o lo terminamos de hundir entre todos.
El pueblo en la calle manifiesta su descontento cada vez en voz más alta, y esas son campanadas que debemos prestar atención, ó seremos borrados todos culpables ó no del surgimiento de una nueva venezuela. Y sino somos capaces de entender el mensaje, de abandonar la comodidad de muchos, habremos fracasado estrenduosamente en la sagrada tarea como ciudadanos, dirigentes y funcionarios públicos, de construir un país de paz, de progreso, de justicia, y de oportunidades para todos.
Así que es hora ya de apartar apetitos, de protagonismos, y calculados deseos poder, y abocarnos todos unidos en construir la tarea ciudadana más importante: salvar a Venezuela.
@freddyspaz