El diálogo entre el gobierno y la oposición para solucionar la crisis sociopolítica acumula 180 muertos en dos meses, cayó este lunes en terreno minado luego que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) lo dejo en suspenso hasta que sean invitados los organismos internacionales de derechos humanos, reseña AFP.
La sesión plenaria del diálogo prevista para el martes quedó en suspenso luego que los obispos pidieron al gobierno “enviar urgentemente” invitación a los organismos internacionales de derechos humanos según un acuerdo contraído el viernes pasado.
“Cuando el gobierno nos envíe copia de esas invitaciones y los organismos internacionales nos transmitan su recepción” se convocará a la reanudación de las mesas de trabajo y a la sesión plenaria del diálogo, precisa la comunicación.
Estados Unidos se sumó a la presión por la presencia de organismos internacionales como se pactó el viernes y por el adelantamiento de las elecciones para acortar el mandato de Ortega.
“Advertimos un generalizado reclamo de los nicaragüenses por elecciones anticipadas. Estados Unidos considera que adelantar las elecciones representa una forma constructiva de avanzar”, dijo el departamento de Estado en un comunicado la noche del lunes.
– “Demandamos lo pactado –
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia abandonó el lunes las mesas de trabajo tras acusar al gobierno de incumplir un acuerdo para invitar a los organismos internacionales a ayudar a investigar la violencia contra las sangrientas protestas.
Ya al entrar los delegados a la sede de las reuniones, se advertía un ambiente sombrío por la muerte de seis miembros de una familia el fin de semana en un ataque atribuido a bandas paramilitares y civiles afines al gobierno del presidente Daniel Ortega.
El martes “nos reincorporaremos al plenario del diálogo nacional y demandaremos el cumplimiento de lo acordado como condición indispensable para seguir trabajando”, dijo la oposición al retirarse.
-Trabas burocráticas-
El dirigente estudiantil Lesther Alemán dijo que durante más de una hora se le pidió infructuosamente al gobierno la carta que debió enviar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Europea (UE). “Como no la traían lo que hicieron (los delelegados) fue levantarse”.
El canciller Denis Moncada, jefe de la delegación oficial alegó razones “burocráticas” para no haber cursado las invitaciones requeridas , dijo Carlos Tünnerman, delegado de la sociedad civil en las conversaciones.
“Vaya usted a su oficina, redacte las cartas, mande las invitaciones y traiga copia de esas cartas para el plenario del diálogo el martes”, refirió Tünnerman que le dijo a Moncada.
Tras la suspensión del encuentro, el gobierno se desmarcó de la represión contra las protestas y expresó en una nota su “gravísima preocupación por la trágica escalada de violencia que sufre el pueblo nicaragüense”.
Aseguró que propuso a la oposición “trabajar para alcanzar acuerdos verificables de seguridad, paz y reconciliación en los municipios y departamentos de Nicaragua”.
Los participantes del diálogo tenían previsto discutir este lunes el levantamiento de los tranques (bloqueos) de las vías, el adelanto de las elecciones a marzo próximo y reformas al poder judicial.
Tunnerman destacó que el gobierno incumple lo que ha firmado en el diálogo porque se comprometió a poner en práctica 15 recomendaciones de la CIDH, incluyendo el cese de la represión y el desarme de las bandas civiles armadas.
“Necesitamos que esos organismos estén en el país como garantía” de que lo acordado tenga cumplimiento, dijo la dirigente del Movimiento de Mujeres, Azhalia Solís.
– ONU espera invitación –
En Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein,condenó en Ginebra la violencia en Nicaragua y llamó al gobierno a cumplir los compromisos firmados el viernes.
Un emisario de la UE visitó Nicaragua el 15 y 16 de junio y sostuvo encuentros con ambas partes para apoyar una solución negociada.
En los encuentros, el emisario Hugo Sobral,reiteró la necesidad de cesar la violencia que desangra el país desde que estallaron las protestas el 18 de abril.
Entretanto, persisten las acciones violentas de bandas paramilitares con tiroteos indiscriminados en barrios de la capital y en ciudades del interior, según reportes de pobladores.
Las protestas contra una reforma a la ley de seguridad social han dejado 180 muertos, en dos meses y más de 1000 heridos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Ortega, en el poder desde 2007, ha sido señalado de ejercer un gobierno autoritario al lado de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, con pleno control de todos los poderes del estado.