“Venezuela sigue en la recta de aceleración alimentaria y humanitaria. La situación humanitaria compleja que vive Venezuela, si tomásemos en cuenta los indicadores centrales de la clasificación de la seguridad alimentaria que es el sistema que utiliza las Naciones Unidas para determinar las situaciones humanitarias en el planeta, indican que el país está adentrándose a la escala 4 de 5 de emergencia humanitaria”, advirtió este miércoles Edison Arciniega, director ejecutivo de la ONG Ciudadanía en Acción.
En entrevista para el programa Primera Página que transmite Globovisión, el experto detalló que durante el mes de mayo del año en curso, el país llegó a contar apenas con 435 gramos de alimentos diarios por habitantes, cuando lo normativo son 1.2 kilogramos. En el mismo sentido, alertó que para el mismo mes el índice de desnutrición aguda en menores de cinco años se ubicó en 23.01, cuando lo máximo admisible es 5%.
Tras subrayar que la tasa bruta de mortalidad ostentó 1.4 por cada 10.000 habitantes, cuando indicador regular debe ser de 0.4 por cada 10.000, Arciniega reiteró que todo esto ha traído como consecuencia que al menos 20% de los hogares pobres del país estén hoy cerrando sus fogones, y es que “no ven expectativas para seguir funcionando como tal más de mes y medio”.
A todo esto, según enfatizó el portavoz, se suma una crisis de agua y es que para el mes de quinto mes del año se registró una disposición del vital líquido de 45 litros por día, cuando lo normal son 100 litros. “Venezuela está entrando en un desbordamiento de su situación humanitaria”, dijo sin tapujos.
Para dar soporte a su aseveración, detalló que ejemplo de este dramático cuadro es el rebrote de cinco enfermedades infecto contagiosas: paludismo, primer gran rebrote; rebrote de difteria; sarampión; tosferina y el rebrote del polio, actualmente en fase de constatación. “Estos cinco rebrotes son evidencia que Venezuela no puede resolver su situación humanitaria, y que la destitución nutricional de la población está agravando las patologías sanitarias”, sumó.
Arciniega, en consonancia con lo expuesto, anunció que la proyección indica que para el cierre del segundo trimestre del año se podrían registrar 410.000 niños menores de cinco años con desnutrición aguda, moderada y severa. En líneas generales manifestó que podrían contarse 10.560.000 ciudadanos afectados con esta patología entre, aguda “no crónica” y fallecidos.
Ante la interrogante de qué hacer, el analista sostuvo que urge que el Estado asuma esta situación en público, como lo ha venido haciendo en privado. “Se debe además despolitizar el tema de la situación humanitaria, eso es un llamado que hacemos a la clase política. No puede estar sujeto a negociaciones de tipo político el derecho al alimento o el derecho a la salud”, agregó.
En la misma lista de acciones en la búsqueda de soluciones, Arciniega incluyó que se acepte de, una vez por todas, el acceso de la ayuda humanitaria al país. “En 1996 Cuba recibió ayuda del Programa Mundial de Alimentos para atender su situación humanitaria compleja producto del periodo especial, y como cooperación del a FAO. ¿Hubo cambios políticos en Cuba? No, ¿Hubo desestabilización del modelo? No. La ayuda humanitaria tiene un solo objetivo: salvar vidas”, subrayó.
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