Partido importante para ambas escuadras. Japón y Senegal triunfaron en sus primeros encuentros y buscaban una victoria que les brindara comodidad en su camino a octavos de final, y tras un choque difícil en el cual las dos oncenas dejaron todo en la cancha, no lograron pasar del empate 2-2.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
Era de esperarse que el encuentro entre nipones y africanos fuera disputado de principio a fin, y es que ambas escuadras regalaron un verdadero partidazo.
En apenas once minutos, los leones verdes se fueron arriba en la pizarra gracias a un tanto de la estrella senegalesa, Sadio Mané. El delantero del Liverpool empujó al fondo del marco un rebote otorgado por el guardameta Eiji Kawashima tras un remate violento de Youssouf Sabaly.
Cerca del ocaso de la primera mitad, Yuto Nagatomo se internó en el área rival, controló elegantemente un balón en el área verdiblanca y cedió la esférica a Takashi Inui, quien disparó de primeras para batir a Khadim N’Diaye.
Moussa Wagué pondría las cosas a favor de los felinos en el tiempo de complemento con un zapatazo a quemarropa, después de recibir un gran pase de “tacón” inventado por M’Baye Babacar Niang.
Cuando se creía que Senegal tenía en partido guardado en el bolsillo, Keisuke Honda, quien había ingresado en el 72′, colocó sutilmente su pierna zurda para mandar a guardar una gran habilitación de un Takashi Inui que se internó por la parcela izquierda del cuadro africano.
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