El destino es así, cuando los más grandes están por caer, los dioses del fútbol bajan y los ayudan inyectándoles el gen que les hizo escribir sus nombres en los libros de historia, esas deidades que hoy se niegan a que Messi y compañía renuncien a esta Copa del Mundo.
Momento decisivo para el equipo de Jorge Sampaoli en Rusia 2018, era ahora o nunca. Tras la desastrosa imagen plasmada en sus anteriores cotejos, Argentina se encomendó a la magia de “La Pulga”, y a la diestra de Marcos Rojo para superar a una gran Nigeria 1-2 y así salir airosa de esta situación que mantuvo en suspenso a hinchas y fanáticos del fútbol en todo el globo.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
- CRÓNICA:
Cuando se le necesitaba, apareció el ’10’: Cuando la celeste y blanca intentaba aproximarse al arco africano con todas sus armas, desde los cielos llegó un balón a quien tenía mucho que demostrar. En cuestión de segundos, Éver Banega miró por una rendija que su capitán se desmarcaba por la parcela derecha y ahí colocó la redonda.
Tras una carrera endemoniada, el nacido en Rosario controló como suele hacerlo en terrenos ibéricos, se perfiló para su derecha y con esa pierna a la que él suele llamar “la mala”, definió al poste contrario del portero Francis Uzoho.
El dramatismo se apoderó del cuadro sudamericano en la segunda mitad. En apenas cinco minutos del principio del tiempo de complemento, Javier Mascherano cometió un agarrón en el área patagónica que el principal no dudó en sancionar como pena máxima.
Con suma tranquiliad, Viktor Moses definió al palo izquierdo de un Franco Armani que debutaba en el arco de la dos veces campeona del mundo.
Esto es Rusia 2018, y por si fuera poco, había algo más para el final. Una internada para la historia de Gabriel Mercado por banda izquierda, sería la vía para que el defensor dibujara un centro que llegó a la diestra de Marcos Rojo para que éste reviviera el espíritu del fuego sagrado en el equipo.
El lateral izquierdo mandó la caprichosa a casa con un toque raso para avisarle a los astros del fútbol que no se olviden de aquella Argentina de Kempes en el 78′, de la albiceleste de Maradona en el 86′, y que se preparen para la celeste y blanca de Messi y compañía.
Posterior a este resultado, los sudamericanos se medirán con la Francia de Griezmann la mañana del próximo sábado 30 de junio.
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