Los padres de un bebé de 14 meses fallecido en un tiroteo en Nicaragua denunciaron hoy que las autoridades del Hospital Alemán Nicaragüense atribuyeron la muerte del menor a una “sospecha de suicidio”, y acusaron a un grupo de policías y hombres encapuchados como los autores de los disparos.
EFE
“Esta constancia, que dice que la causa de muerte es sospecha de suicidio, me la entregaron en el hospital, es la original, no es que yo lo diga, una doctora me la entregó en mis manos”, dijo la mamá del bebé, Karina Navarrete.
El niño, cuya muerte es una de 285 registradas en la crisis sociopolítica de Nicaragua, falleció el sábado pasado por un disparo en la cabeza, cuando las “fuerzas combinadas” del Gobierno, compuestas por policías y civiles armados, realizaron ataques con armas de guerra en diversos barrios del este de Managua.
La denuncia sobre el acta que señala “sospecha de suicidio” fue puesta por los padres del bebé ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
Según el padre del menor, Nelson Lorío, al momento en que ellos iban a dejar al bebé y su hermanita de 7 años donde los abuelos paternos, no había enfrentamientos, pero sí muchos policías y hombres encapuchados juntos.
“Había fuerte presencia de policías y parapolicías, nosotros cuatro avanzamos, es mentira que hubo enfrentamiento, en esa calle sólo nosotros íbamos y claramente nos disparan”, explicó.
Esta semana el Gobierno divulgó un nuevo documento en el que señala que la muerte del bebé fue por causas desconocidas, versión que los padres rechazaron.
“Ahora dice ella (la médico que le entregó la constancia) que fue una muerte en la que no existe claridad, pero se ve que es un disparo y ahí están los videos”, insistió Lorío.
“Los signos indican que este caso va a ser tratado como el resto, nosotros no conocemos a ningún policía, ni a ningún parapolicía, sentado en el banquillo de los acusados”, advirtió el abogado del Cenidh, Juan Carlos Arce.
Los padres del menor afirmaron que hasta ahora ningún investigador de la Policía Nacional les ha preguntado sobre el caso, tampoco del Ministerio Público.
Arce descartó que el suicidio pueda ser la causa de muerte de un bebé, o que la razón sea desconocida.
“Eso es aberrante, absurdo, burdo, por supuesto que existe claridad, (pero) tenemos un estado confabulado para promover impunidad en estos casos”, afirmó.
Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), han responsabilizado al Gobierno nicaragüense de graves violaciones a los derechos humanos.
Las violaciones incluyen “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país”, según la CIDH, lo que fue rechazado por el Gobierno de Nicaragua.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también bajo la presidencia de Ortega.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. EFE