Miles de personas exigieron hoy en Nueva York el fin de la política de “tolerancia cero” de la administración del presidente Donald Trump, que separa a padres migrantes de sus hijos al llegar a la frontera suroeste de Estados Unidos con México.
Los neoyorquinos -activistas, religiosos, políticos y sindicatos- unieron su voz a la de miles otros a través del país, en el día nacional de protestas, en el que además levantaron su voz para pedir la reunificación de más de 2.000 niños con sus padres, detenidos en centros de Inmigración y acusados de entrar ilegalmente a este país.
Reclamos de “estamos en la lucha” y “sí, se puede” se escucharon en español en la popular plaza Foley Square en Manhattan, a sólo pasos de la sede de Inmigración, donde manifestantes portaron letreros como “el secuestro es un crimen, pedir asilo no”, “nosotros somos muchos, ellos son pocos, vota”, “construye puentes, no muros” o “no prohibición, no muros, no jaulas”.
La multitud partió en silencio con su protesta a través del centenario Brooklyn Bridge hasta el edificio que alberga la corte federal, en Brooklyn, desafiando el calor que se sintió hoy en la ciudad y como parte de unas 700 protestas que se realizaron a través del país.
La semana pasada Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin a la separación de las familias en la frontera con México pero no cuenta con un plan efectivo de cómo se llevará a cabo ese proceso, destacó en su página la coalición de organizaciones que convocaron la marcha.
La orden ejecutiva obliga a los menores a ser encerrados en centros de detención para poder seguir al lado de sus padres.
“El régimen de Trump está haciendo todo lo que puede por dividir a familias migrantes”, dijo Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles, miembros de la coalición.
“La actual crisis no finalizará hasta que cada niño que ha sido separado sea reunificado con sus padres, cada familia sea tratada con dignidad y el debido proceso y nuestra política de inmigración refleje nuestros valores”, afirmó.
Después de ser separados de sus padres, los niños inmigrantes han sido realojados en albergues por diferentes puntos del país, como Nueva York, y algunos han pasado al cuidado de familias de acogida.
La pasada semana Nueva York lideró una coalición de 18 fiscales generales que demandó a la administración Trump y pidió al tribunal federal que declare inconstitucional la práctica de separar los padres y niños y que ordene la reunificación de unos 2.300 menores con sus progenitores.
Reclamaron además que “tolerancia cero” es una práctica discriminatoria porque sólo se ha puesto en marcha contra inmigrantes que entran al país por la frontera con México.
“La crueldad contra los niños es definitivamente aterrorizante. No es sólo fascista, es terrorismo”, dijo a la prensa uno de los que acudieron hoy a la marcha en Nueva York.
Perla López, una joven activista con Se Hace Camino Nueva York afirmó que conoce lo que es ser separada de su madre, experiencia que le marcó cuando tenía diez años.
“Sé lo traumático que es ser separada de tu madre y no saber cuándo serías reunida con tu familia. Estos centros de detención no son lugares para niños o familias. Debemos trabajar unidos para poner fin a esta política racista y xenofóbica de esta administración”, indicó en un comunicado. EFE