La combativa Universidad Simón Bolívar de un inconfundible talante democrático, será el escenario de importantes elecciones gremiales, como la de su asociación de profesores. Y, aunque esta dictadura ha intentado frustrarlas, evitando las rectorales por todos estos años, no podrá eludir la derrota entre los docentes, como tampoco ocurrirá con los estudiantes y los egresados.
El contexto es dramático, sin lugar a dudas. El régimen ha alentado el colapso universitario en Venezuela, tratando de chantajear política y económicamente a rectores, profesores, estudiantes y sindicatos, y, por ello, la ruina presupuestaria, el deterioro galopante de la planta física, el señorío del hampa común en las instalaciones, la creciente deserción docente y estudiantil.
Siendo el propósito calculado de echarle mano a la casa de estudios, la dictadura no pudo conformar una opción que compitiese en los venideros comicios por la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB), aunque pretende colar varios Caballos de Troya para algunos de los cargos directivos. Reafirmando el liderazgo de la universidad democrática y autónoma, encabezado por los profesores William Anseume y Luis Alberto Buttó, la victoria anunciada es contra el régimen y sus colaboradores en un ámbito que exige en todo momento vocación, claridad y compromiso decidido por la libertad.
La sola realización de una consulta democrática, en sí misma, constituye una magnífica noticia. Y refuerza la representatividad de un sector, como el universitario, que tiene mucho que hablarle al país.
Además, no lo olvidemos, la suerte de la universidad venezolana es la de la propia democracia. Y, mientras haya testimonios de lucha, como ocurre en la Simón Bolívar, la causa de la libertad no está ni estará perdida entre nosotros.