Francia consiguió su boleto a semifinales tras superar de forma contundente 0-2 a una Selección de Uruguay que nunca bajó la cabeza y que, con mucha actitud, intentó pelear por el partido de principio a fin, pero no pudo contra un equipo galo que jugó con el acelerador a medias y supo administrar su fútbol línea por línea.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
- CRÓNICA
Se esperaba un partido cerrado y así fue, de momentos, ambas selecciones se respetaron en un principio, cada quien a lo suyo, pero generando pocos errores.
A pesar de tener el balón en su posesión, el equipo galo se vio afectado en pocos tramos del partido por el vértigo charrúa, quienes presionaban las salidas del conjunto europeo con mucha intensidad, como de costumbre.
Pero la presión no fue efectiva frente a la contundencia de los franceses: En el 39′, a través de una jugada a balón parado, Raphael Varane colocó el primer tanto para los pupilos de Didier Deschamps.
El central del Real Madrid se anticipó a un centro dibujado por Antoine Griezmann, y con un gran movimiento de testa, la dirigió al palo lejano de Fernando Muslera.
Los errores se pagan caro, así sean mínimos
Cuando en frente tienes una delantera de clase mundial no puedes salir inseguro a buscar el partido. En el 60′, Griezmann recibió un cambio de orientación hacia el costado izquierdo de la cancha, luego, en el borde del área el ariete enganchó hacia su zurda y remató violentamente, pero la trayectoria de su disparo fue movida y el cancerbero celeste no pudo despejar la bocha efectivamente, dicha pifia hizo que la redonda entrara en su meta.
Posterior a el tanto victorioso, los dirigidos por Óscar Washington Tabárez apenas llegaron un par de veces a portería, dejando en evidencia sus carencias en la mitad del campo y la zona medular para la creación de su juego.
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