Para celebrar el cumpleaños de Night, uno de los jugadores del equipo de los “Jabalíes”, su entrenador, Ekapol Chantawong, llevó a los niños a la cueva de Tham Luang el pasado 23 de junio tras un entrenamiento. Aunque había señales que prohibían la entrada porque la caverna se inunda cada año por las lluvias del monzón, que duran de junio a octubre, el grupo se metió en ella, reseñó ABC.
No había nada que temer porque el día estaba despejado, según contaba a “The Washington Post” otro niño que acudió al entrenamiento pero no se unió a la visita a la cueva. Eso le salvó.
Mientras sus amigos estaban en el interior, cayó una fuerte tormenta que les impidió salir. Con la caverna inundándose por la lluvia torrencial, no les quedó más remedio que ir metiéndose más y más por grutas angostas a medida que el agua avanzaba y les cortaba el camino hacia la salida. Huyendo del agua, recorrieron más de cinco kilómetros y descendieron 600 metros bajo tierra hasta refugiarse en una cavidad llamada “La playa de Pattaya”.
Al anegarse esta, tuvieron que retirarse 400 metros y cobijarse sobre una roca rodeada por el agua, donde dos buzos británicos los encontraron el lunes. Los equipos de rescate llevaban buscándolos diez días tras hallar sus bicicletas cerca de la cueva. Cuando salga, y ojalá que sí porque eso será buena señal, el entrenador tendrá que explicar esta imprudencia.