Grupos de buzos rescataron este lunes a otros cuatro niños de la gruta inundada en Tailandia, en cuyo interior aún quedan 5 de los miembros del equipo de fútbol “Jabalíes Salvajes”, se informó oficialmente
“Dos días, Ocho jabalíes” escribieron los comandados de la marina de Tailandia en su página de Facebook, al confirmar que este lunes fueron rescatados cuatro de los niños, que se suman a los cuatro extraídos el domingo.
El procedimiento fue similar al del domingo, cuando cuatro de los niños emergieron en rápida sucesión justo antes del anochecer luego de haber recorrido la peligrosa ruta de escape de cuatro kilómetros por galerias inundadas en varios tramos.
Más temprano, el responsable de la célula de crisis había prometido buenas nuevas. “Habrá buenas noticias dentro de unas horas”, aseguró Narongsak Osottanakorn, normalmente muy prudente, hacia las 08H00 GMT.
Tailandia entera esperaba un final feliz para estos 12 niños y su entrenador, de 25 años, atrapados en la cueva de Thuam Luang, en el norte del país, desde el 23 de junio, un acontecimiento que atrajo a esta zona del mundo a centenares de periodistas de medios extranjeros.
La lluvia monzónica que amenaza con más inundaciones en esta compleja red subterránea, de unos diez kilómetros de largo, es el principal desafío para los socorristas, que temen nuevas precipitaciones antes de que logren sacar a todo el grupo.
El equipo de fútbol “Jabalíes salvajes”, integrado por 12 niños de entre 11 y 16 años y su joven entrenador, pasó nueve días en las profundidades de la cueva antes de que dos buzos británicos los encontraran la semana pasada. Demacrados pero vivos, los menores estaban encaramados en una roca, a más de cuatro kilómetros de la entrada de la cueva.
El domingo, la compleja operación de rescate empezó con éxito al salvar a cuatro de ellos, gracias al trabajo de buzos experimentados que los guiaron a lo largo de un camino tortuoso, con tramos inundados y pasajes muy estrechos.
Bautizados por las redes sociales como “Jabalíes salvajes 1, 2, 3 y 4”, los cuatro niños están hospitalizados y están bien, precisó Narongsak Osottanakorn, también gobernador de la provincia de Chiang Rai. Por ahora, están sin embargo “apartados” de sus padres, para evitar eventuales contagios teniendo en cuenta su frágil estado de salud.
“Los médicos piensan permitir a las familias visitarlos, pero separados por un cristal”, agregó.
– Sin información –
Los equipos de buceo tuvieron que descansar entre las dos misiones y poner nuevas botellas de oxígeno a lo largo del recorrido. De ahí el intervalo entre las dos evacuaciones.
“Hemos estado trabajando toda la noche”, declaró a la AFP un funcionario de la administración de la provincia de Chiang Rai, confirmando que sólo hicieron una pausa en la operación.
Además de las dificultades a lo largo del recorrido que hay que hacer bajo del agua, la situación se complica por el hecho de que muchos niños no saben nadar y ninguno ha buceado. Un exbuzo de la Marina tailandesa murió mientras participaba en las labores para preparar el rescate, lo que demuestra la gran dificultad de esta misión, incluso para los más expertos.
– Amenaza de lluvia –
La falta de espacio también se suma a la complejidad de las operaciones.
La gran cantidad de periodistas de toda Tailandia y del mundo se mantienen alejados de la cueva y también del hospital de Chiang Rai, donde los cuatro sobrevivientes están bajo observación.
La familia de uno de los niños cree que decidieron explorar la cueva después de su entrenamiento de fútbol para celebrar su cumpleaños, que cumplía 16 años. Se vieron entonces sorprendidos por la subida de las aguas en el interior de esta larga cavidad, situada en la frontera con Birmania y Laos.
Tras ser localizados, los rescatistas analizaron desesperadamente todas las soluciones posibles, desde la perforación de túneles en las montañas hasta la posibilidad luego descartada de que esperaran durante semanas a que terminara el Monzón.
Pero ante la amenaza de nuevas lluvias y niveles más bajos de oxígeno en la galería donde el grupo encontró refugio, las autoridades decidieron el domingo jugarse el todo por el todo e iniciar la evacuación con tramos de buceo, tras considerar que las condiciones eran ideales.
por Richard SARGENT y Thanaporn PROMYAMYAI/AFP