Las declaraciones de Donald Trump, enalteciendo a un rival político de Theresa May y descartando un acuerdo comercial, colocaron a la primera ministra británica en una situación embarazosa en el segundo día de la visita del presidente estadounidense al Reino Unido.
En su primer encuentro tras conocerse la entrevista, Trump afirmó que su relación con la primera ministra era “muy, muy sólida”.
“La relación es muy, muy sólida, tenemos una muy buena relación”, dijo Trump al lado de May, al principio de una reunión en Chequers, la residencia campestre de la primera ministra en las afueras de Londres.
Ambos ofrecerán una conferencia de prensa a las 13H45 (12H45 GMT), y luego Trump irá con su esposa Melania a tomar el té con la reina Isabel II en el castillo de Windsor.
En una entrevista al diario The Sun, que empezó a difundirse el jueves por la noche cuando May presidía una cena de gala en honor de Trump, el presidente dijo que Boris Johnson sería “un gran primer ministro”, que los planes de May de mantener vínculos con la Unión Europea tras el Brexit imposibilitan un acuerdo comercial con Estados Unidos y que le aconsejó que negociara con Bruselas de un modo y ella hizo lo contrario.
Además, acusó al alcalde de Londres, Sadiq Khan, de haber hecho un trabajo “terrible” contra el terrorismo, un año después de la oleada de atentados de 2017.
El secretario de Estado de Relaciones Exteriores Alan Duncan quitó hierro a la entrevista en declaraciones a la BBC, afirmando que “no es grosero elogiar a Boris Johnson” y que Trump “es un polemista, es su estilo”.
“Es un gran personaje”, añadió Duncan.
Por su parte, Philip Hammond, el ministro de Finanzas, expresó su confianza en que May convencerá a Trump de que su propuesta de mantener lazos comerciales con la UE es buena.
“El presidente no ha tenido todavía la oportunidad de discutir con la primera ministra el libro blanco que, después de todo, sólo se publicó ayer”, dijo Hammond en Bruselas
“Estoy seguro de que tendrán una conversación muy positiva”, añadió.
– La oposición defiende a May –
En la entrevista, concedida a The Sun el miércoles, un día antes de viajar al Reino Unido, Trump terció en el plan de May para resolver el principal asunto doméstico e internacional de su gobierno, en un momento de fragilidad política de ésta.
“Si aprueban un acuerdo como ese, estaríamos tratando con la Unión Europea en lugar de con el Reino Unido, y eso puede matar probablemente el acuerdo” que Londres desea alcanzar con Washington, advirtió Trump.
“Yo lo habría hecho de manera muy diferente. De hecho le dije a Theresa May cómo hacerlo, pero no estuvo de acuerdo, no me escuchó”, aseguró Trump, que consideró que la propuesta de May no respeta lo que los británicos decidieron en el referéndum sobre la UE de junio de 2016.
Y sobre Johnson, que acaba de dimitir como ministro de Exteriores por sus diferencias con May, afirmó: “creo que sería un buen primer ministro, tiene todo lo necesario”.
La oposición cerró filas en torno a May.
“Es extraordinariamente grosero por parte de Trump comportarse así”, dijo Emily Thornberry, la segunda figura laborista en el Parlamento.
“¿Qué le enseñó su madre?”, se preguntó, instando a May a “plantarle cara”.
“No puede decepcionar a su país no plantándole cara”, insistió Thornberry.
Por su parte, Anthony Gardner, que fue embajador estadounidense en la Unión Europea con el anterior presidente Barack Obama, estimó que las declaraciones “son un ataque sin precedentes a un aliado durante una visita oficial”.
Trump “está fuera de control y es una vergüenza”, sostuvo Gardner.
– Jornada de protestas –
Los principales titulares de la entrevista, publicada íntegramente en la edición de este viernes, empezaron a difundirse coincidiendo con el primer acto oficial de la visita, una cena con empresarios en la mansión de Blenheim, cerca de Oxford, donde en 1874 nació Winston Churchill.
“De Maine a Alaska, más de un millón de estadounidenses trabajan para empresas británicas. Ahora que nos preparamos para dejar la Unión Europea, tenemos una oportunidad sin precedentes para hacer más”, dijo May en el discurso que pronunció en la cena.
“Es una oportunidad para alcanzar un acuerdo de libre comercio”, sentenció la primera ministra.
La segunda jornada del viaje, la última de actos oficiales -luego Trump irá dos días a Escocia en visita privada- estará marcada por las manifestaciones.
Aunque se aloja en Winfield House, la residencia del embajador de Estados Unidos cerca de Regent Park, en el centro de Londres, su programa evita la capital británica, donde se concentrarán las protestas.
Según un sondeo del instituto YouGov publicado el jueves, el 77% de los británicos tiene una opinión desfavorable de Trump y casi la mitad estima que la reina no debería recibirle.
Un globo gigante representando a Donald Trump como un bebé en pañales flotaba en el cielo de Londres este viernes a 30 metros de altura cerca del Parlamento.
Este día por la tarde habrá dos grandes manifestaciones en Londres y Glasgow (norte), además de numerosos actos aquí y allá.
AFP