Britney Spears sufrió, una vez más, problemas con su vestuario durante un concierto. En esta oportunidad fue en un show en Maryland, Estados Unidos, el viernes por la noche.
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La “Princesa del pop”, de 36 años, fue traicionada por su sostén negro brillante que cedió en plena actuación y dejó a la vista uno de sus senos.
Spears estaba tan concentrada en su coreografía que no notó que algo andaba mal.
No fue hasta el final de la canción que la estrella pop, como se puede ver en las imágenes que capturó una fanática, se dio cuenta del descuido y logró ajustar su brasier.