Cincuenta días después de la caída de Mariano Rajoy, el conservador Partido Popular (PP), primera fuerza política de España, abrió un congreso extraordinario este viernes para elegir líder entre Soraya Sáenz de Santamaría, ex mano derecha del veterano dirigente, y Pablo Casado, una joven figura que propugna un giro a la derecha.
La votación y proclamación del vencedor tendrá lugar el sábado. Un total de 3.082 compromisarios, reunidos en Madrid, deberán designar al sucesor de Rajoy, presidente del PP desde 2004, que este viernes se despidió en un emocionado discurso, muy aplaudido por sus compañeros.
El líder conservador de 63 años, al borde de las lágrimas, presumió del balance de sus seis años y medio como presidente del gobierno español, y acusó al actual mandatario, el socialista Pedro Sánchez, de tomar el poder “por la puerta de atrás”, con la moción de censura que lo derribó hace siete semanas.
“Me voy (…) con la serenidad de que no han sido los españoles quienes nos han retirado del gobierno”, agregó.
Los compromisarios decidirán entre dos opciones: la continuista, representada por Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta de los gobiernos de Rajoy, y Pablo Casado, un diputado de 37 años que promete “ilusión” con una refundación en clave conservadora y generacional.
Casado y Sáenz de Santamaría fueron los más votados por la militancia el 5 de julio, en la primera vuelta de unas primarias inéditas en el PP, a las que concurrieron seis candidatos en total. El ganador o ganadora será candidato a presidente del gobierno cuando se celebren elecciones generales, a más tardar a mitad de 2020.
La campaña tuvo un tono bronco, y se vio empañada por dos videos anónimos que atacaban respectivamente a ambas candidaturas. Los dos finalistas fueron además incapaces de organizar un debate cara a cara.
“El principal problema que ha tenido el PP (…) ha sido el miedo a comunicar, y lo hemos visto en las primarias”, comentó a AFP Narciso Michavila, presidente del instituto de sondeos GAD3 y buen conocedor del partido.
Sáenz de Santamaría, de profesión abogada del Estado y de 47 años, presume de experiencia. Descarta que sea necesario refundar ideológicamente el partido, y asegura ser la más capaz de vencer en las urnas al actual jefe de gobierno, el socialista Pedro Sánchez.
“Tengo energía, tengo ganas y tengo experiencia. A Pedro Sánchez lo han puesto a pilotar un Boeing 747, y no tiene experiencia de pilotar ni una avioneta”, dijo en un acto de campaña con militantes.
Casado, licenciado en Derecho, criticó la gestión de su rival en Cataluña, donde esta encabezó una “operación diálogo” que no impidió una declaración unilateral de independencia el pasado octubre.
Y es que este admirador del expresidente colombiano Álvaro Uribe imprimió un marcado carácter conservador a su campaña, aunque sin llegar a atacar el proyecto europeo, como sí están haciendo otras fuerzas derechistas en el continente.
Casado cargó contra la despenalización de la eutanasia promovida por el gobierno socialista, abogó por rebajar el impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades y, frente al desafío separatista catalán, defendió recuperar el delito de convocatoria ilegal de referéndum como parte de un “rearme institucional” a través del Código Penal.
“El diálogo no cabe con quien quiere romper la legalidad”, dijo esta semana refiriéndose a los separatistas.
Muchos desafíos en el horizonte
El vencedor o vencedora deberá recomponer un partido que entre las elecciones generales de 2011, cuando Rajoy obtuvo mayoría absoluta, y las últimas en 2016 perdió tres millones de votantes. Muchos se fueron al partido liberal Ciudadanos, gran rival del PP en el centroderecha.
José Pablo Ferrándiz, investigador principal del instituto de sondeos Metroscopia, cree que Sáenz de Santamaría “permitiría un mejor futuro electoral para el PP”.
Aunque matiza que cualquiera de ellos lo tendrá “muy complicado atraer a la gente que se ha ido a Ciudadanos”, un partido que aglutinó a muchos de los descontentos con los numerosos casos de corrupción que afectaron al PP en los últimos años.
“Ninguno de los dos va a tener capacidad de hacer un reflote inmediato del partido”, coincide Michavila.
El PP, primera fuerza política parlamentaria, deberá preparar rápidamente las citas electorales de mayo de 2019, cuando están previstos comicios municipales, regionales y europeos.
El objetivo será relanzarse para, más adelante, tratar de desbancar del poder a los socialistas.
Estos gobiernan España desde que el 1 de junio derribaron a Rajoy en una moción de censura en el Parlamento, motivada por un vasto escándalo de corrupción que afectó de lleno al PP.