El nuevo Fiscal de la Nación (general) de Perú, Pedro Chávarry, afirmó este viernes que durante su gestión combatirá la “criminalidad de cuello blanco” y hará “los correctivos necesarios” en las investigaciones de “casos emblemáticos”, que implican a altas autoridades y políticos.
“Vamos a fortalecer el trabajo fiscal e introduciremos los correctivos necesarios”, señaló en referencia a las investigaciones por delitos de corrupción de funcionarios y lavado de activos,
Chávarry asumió hoy el cargo, en reemplazo de Pablo Sánchez, después de que su elección fuera ratificada por la Junta de Fiscales Supremos ante el pedido de autoridades, partidos políticos y organismos para que sea postergada ante un grave escándalo de corrupción que enfrenta la Judicatura peruana.
El nuevo fiscal general aseguró que “nadie se va a molestar” por los ajustes que se harán en las investigaciones que, según acotó, buscarán “dar una respuesta razonable, justa y oportuna a la gente que está esperando durante mucho tiempo el resultado de una investigación”.
Chávarry también se defendió de las críticas que recibió tras la difusión de audios que lo implican en un presunto intercambio de favores con el magistrado César Hinostroza, quien ha sido suspendido de sus funciones por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).
“Quiero dejar bien en claro, me veo en la obligación de decirle a toda la comunidad que quien habla es una persona que siempre ha mantenido una imagen de respeto y consideración, soy un hombre con mística y que nunca se verá envuelto en cuestiones turbias de ninguna naturaleza”, aseguró.
El nuevo Fiscal de la Nación reconoció que los casos de presunta corrupción conocidos a partir de la difusión de audios, ha afectado seriamente la imagen de toda la Judicatura.
Señaló, en ese sentido, que los operadores de justicia tienen que “cambiar la imagen” que hoy tiene ese sector y dijo que depende de todos ellos para que esta grave crisis “se revierta”.
En la ceremonia realizada en la sede del Ministerio Público fue notoria la ausencia del presidente de Perú, Martín Vizcarra, y del primer ministro, César Villanueva, aunque si acudió el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta, y el jefe interino del Poder Judicial, Francisco Távara.
Villanueva declaró, poco antes, que Chávarry debía dar un paso “temporal” al costado, mientras se investigan las denuncias en su contra, porque consideró que asumir un cargo “siempre será una situación complicada”.
El escándalo de corrupción se hizo público la pasada semana, con la publicación de una serie de escuchas telefónicas que revelaron una amplia red de tráfico de influencias, cohecho y prevaricación en las más altas instancias de la judicatura, que incluye a altos magistrados, empresarios y políticos.
En uno de los audios difundidos, el suspendido juez supremo Hinostroza ofreció absolver al violador de una menor de 11 años y coordinó reuniones con una “Señora K” de la “fuerza número uno”, nombre en clave que presumiblemente puede referirse a Keiko Fujimori y su partido Fuerza Popular, investigada por lavado de activos.
Fujimori negó este jueves haberse reunido con Hinostroza, quien resolvió un recurso a su favor en el proceso por lavado de activos, y rechazó tener algún tipo de influencia en el Poder Judicial.
EFE