Cinco jóvenes waraos habrían sido compradas por ciudadanos proveniente de Trinidad y Tobago. Aparentemente, la organización criminal opera en el municipio Antonio Díaz en Delta Amacuro, así lo denunció un activista indígena de la selva deltaica que prefirió no ser identificado por temor a repercusiones, reseña Tanetanae.
Entre las comunidades indígenas afectadas están la ubicadas en los sectores Araguabisi y Siawani. La organización estaría justificando los traslados de las jóvenes como servicios de trabajos domésticos.
También se conoció que la compra-venta de las féminas se estaría realizando en moneda extranjera, específicamente en dólares, moneda usada para el otorgamiento de “permiso” por parte de los padres waraos.