El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió públicamente este miércoles el fin de la investigación que un fiscal especial conduce sobre la alegada injerencia de Rusia en las elecciones de 2016, en un gesto que según la Casa Blanca no constituye una orden sino una “opinión”.
AFP
“Es una situación terrible y el Fiscal General Jeff Sessions debería interrumpir esta cacería de brujas ahora mismo, antes que manche aún más a nuestro país”, expresó Trump en Twitter, en referencia a la investigación que conduce el fiscal especial Robert Mueller.
La pesquisa busca determinar el alcance de la injerencia rusa en las elecciones de 2016 y -el aspecto más difícil para la Casa Blanca- si existió algún tipo de colusión entre funcionarios rusos y el comité de campaña de Trump.
Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, aseguró que el mensaje del presidente no es una “orden” sino que apenas expresó su “opinión”.
“No es una orden. Es la opinión del presidente”, justificó Sanders en conferencia de prensa, para añadir que Trump efectivamente espera ver que esa investigación “llegue al fin”.
Los abogados del presidente también bajaron el tono a los dichos de Trump. “El presidente utiliza tuits para expresar sus opiniones”, comentó Rudy Giuliani. “Se ocupó de usar la palabra ‘debería'”, agregó.
Giuliani dijo que el equipo legal de Trump aún está “negociando” con Mueller. Según un artículo publicado en el diario The Washington Post, Mueller ofreció reducir la cantidad de preguntas que sus investigadores le harían a Trump si aceptaba someterse a un interrogatorio.
En una secuencia de mensajes, Trump atacó a Sessions, a Mueller, a sus investigadores y también el juicio contra Paul Manafort, quien en 2016 condujo durante tres meses su campaña electoral y ahora está acusado de fraude fiscal y bancario.
“La colusión de Rusia con la campaña de Trump, una de las más exitosas de la historia, es un EMBUSTE”, aseguró el mandatario en su cuenta de Twitter.
Sessions bajo presión
En su serie de mensajes Trump alegó que un informe que supuestamente establece la relación entre Trump y Rusia fue pagado por el opositor partido Demócrata “y fue usado para comenzar esta Cacería de Brujas. ¡Es una vergüenza!”, dijo.
El propio Sessions se había excusado de conducir esa investigación, en su carácter de Fiscal General, porque también mantuvo contactos no autorizados con funcionarios rusos después de las elecciones y antes de asumir el nuevo gobierno.
Esa recusación de Sessions provocó la ira de Trump y también motivó la nominación de Mueller como fiscal especial al frente del caso.
Trump ya había presionado a Sessions por haberse recusado de controlar la investigación sobre el alegado papel de Rusia en las elecciones, pero su mensaje de este miércoles sugiere la intervención directa del Fiscal General para despedir Mueller.
Trump recordó en sus mensajes el caso de un agente del FBI y miembro del equipo de Mueller que había enviado un mensaje a su novia durante las elecciones afirmando que impedirían el triunfo del magnate.
Para la Casa Blanca, ese caso confirma que la investigación de Mueller es una “cacería de brujas”.
El lunes, el mandatario había sugerido en Twitter que el propio Mueller debía retirarse de la investigación alegando “conflicto de intereses”.
Agentes “furiosos”
Además, Trump sostiene que el equipo de investigadores está repleto de agentes del FBI “furiosos” por la derrota de la candidata del partido Demócrata, Hillary Clinton.
Este miércoles, Trump reafirmó que Mueller tiene “un enorme conflicto y los 17 furiosos demócratas que están haciendo su trabajo sucio son una vergüenza para Estados Unidos”.
La alegada injerencia rusa en las elecciones fue tema del encuentro que Trump mantuvo con Vladimir Putin hace tres semanas.
Putin, dijo Trump, le aseguró “que no es Rusia. Diré lo siguiente: No veo ninguna razón para que lo fuera”.
Luego, Trump dio marcha atrás y afirmó que en realidad quiso decir que no había razón para que no fuera Rusia la responsable por la injerencia.
La diatriba de Trump de hoy ocurre un día después de que Manafort fuera acusado ante la justicia de haber escondido millonarios ingresos en su actuación como representante en Washington de los intereses del gobierno pro-ruso de Ucrania.
Según Trump, Manafort ya había trabajado con poderosos dirigentes del partido Republicano, como el expresidente Ronald Reagan y el exaspirante Bob Dole.
“Ha trabajado para mí por poco tiempo. ¿Porqué nadie del gobierno me dijo que estaba bajo investigación? Esos cargos no tienen nada que ver con colusión. Es todo UN TOTAL EMBUSTE”, aseguró el mandatario.